Gustavo abría los ojos, el rayo del sol calentaba sus piernas, estaba por estirar su cuerpo cuando sintió que alguien lo estaba apretando muy fuerte, fue cuando se dio cuenta que estaba rodeado por brazos y piernas. Sus manos pasaron suavemente sobre las de Sam, una gran sonrisa se dibujó en su rostro cuando los brazos de Sam comenzaron a acercarlo más a su cuerpo, su calor corporal lo calentaba poco a poco. Sam comenzó a restregar su rostro por la espalda de Gustavo rozándole su cabello sobre su piel. — Me hace cosquillas – soltó una risita Gustavo, cuando sintió que aflojaba su agarre se giró y la miró – Hola. — Hola – sonrió Sam con la voz ronca, sus ojos recorrieron el cuerpo desnudo del rubio, mirando que tenia varias marcas, causa de una gran noche de sexo, sus miradas se encontrar