CANTO XIXRenunciamiento de la cólera Pertrechado con la armadura que le había fabricado Hefesto, Aquiles se reconcilia con Agamenón. Briseide lamenta la muerte de Patroclo y el ejército aqueo se prepara para la batalla que va a tener lugar. La Aurora, de azafranado velo, se levantaba de la corriente del Océano para llevar la luz a los dioses y a los hombres, cuando Tetis llegó a las naves con la armadura que Hefesto le había entregado. Halló al hijo querido reclinado sobre el cadáver de Patroclo, Ilorando ruidosamente y en torno suyo a muchos amigos que derramaban lágrimas. La divina entre las diosas se puso en medio, asió la mano de Aquiles y hablóle de este modo: -¡Hijo mío! Aunque estamos afligidos, dejemos que ése yazga, ya que sucumbió por la voluntad de los dioses; y tú recibe la