When you visit our website, if you give your consent, we will use cookies to allow us to collect data for aggregated statistics to improve our service and remember your choice for future visits. Cookie Policy & Privacy Policy
Dear Reader, we use the permissions associated with cookies to keep our website running smoothly and to provide you with personalized content that better meets your needs and ensure the best reading experience. At any time, you can change your permissions for the cookie settings below.
If you would like to learn more about our Cookie, you can click on Privacy Policy.
Había pasado una semana después de aquella fatídica entrevista, estaba recostada sobre mi cama mirando hacia el techo sin ganas de hacer absolutamente nada, realmente era patético. Aquellos días había estado recriminándome, apuntándome con el dedo a mí misma, por ser tan idiota y tan ingenua. ¿Cómo diablos le había confesado tantas cosas de mi vida personal? Bueno, aunque de todos modos no sabia que esa mujer se estaba acostando con mi esposo, pero no era de extrañarse. Ese hombre seguramente cogía todo lo que tuviera una v****a y un par de piernas... bueno, todo excepto yo, para variar. Pero efectivamente, si me ponía a reflexionar, era más que obvio que una mujer como ella, tan sensual y tan bella, estaría en el radar de Arthur y por si fuera poco, esa mujer trabajaba para él, tal ve