La señorita Taylor James me llevo consigo a una habitación mucho más cómoda, donde se apreciaba el olor de un ambientador con aroma a fresas. Me ofreció sentarme sobre un sofá que tenía una hermosa vista de la ciudad. Me parecio que el lugar era bastante agradable para estar durante bastante tiempo hablando sobre mi vida y mi pequeño negocio. —¿Crema?—cuestiono mientras preparaba dos tazas de café, era bastante tarde para una, pero supuse que necesitaría un par de tragos para refrescarme la garganta, así que asentí con la cabeza. Luego de un par de minutos la señorita Taylor giro hacia mí con ambas tazas en sus manos, coloco una frente a mí y la otra no muy lejos, frente a un sofá cómodo de color azul. —Bien— dijo con una amplia sonrisa, me parecio que estaba ansiosa por empezar, así que