Advertencia:
Este libro puede contener escenas que puede ser delicadas para cierto público, les recuerdo que esto solo es ficción. Los personajes, lugares e incidentes son producto de imaginación y no deben ser interpretados como eventos reales.
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Es una historia exclusiva de Dreame/Sueñovela.
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PRÓLOGO:
El mundo de la mafia era así. Siempre había sangre derramada, las venganzas nunca podían esperar, y las tradiciones iban acompañadas de todo eso y más.
—Debes vengar la muerte de tus padres —esas fueron las palabras de Marcello Santoro, el abuelo de Alessandro —Debes quitarles su joya más preciada para después acabar con ella y todos los Cavalli, como ellos lo hicieron con tus padres.
El odio en la familia Santoro era demasiado grande, tanto que su venganza la querían hacer pagar con una pobre inocente que no tenía nada que ver entre el odió de estas dos familias.
Durante años los Santoro fueron dueños toda parte de Roma, pero se les fue arrebatado por los Cavalli, que ahora manejaban gran parte de Italia.
La familia de Alessandro tuvo que aceptar su derrota e irse de ese país a buscar otras oportunidades en algún otro lugar. Santoro había sido una familia muy poderosa y prestigiosa en Roma, pero con la tragedia que pasaron, sus pérdidas fueron mucho más grandes.
No solo el odio los invadía, la vergüenza también los perseguía y Marcello Santoro no iba a dejar las cosas así aunque le llevará años en recuperar su imperio y terminar de limpiar su apellido prestigioso, junto con el nombre de su hijo difunto Federico Santoro.
Su arma más fuerte era su nieto Alessandro al que preparo por 25 años, llenándole el corazón con odio.
Alessandro Santoro Ferrari, era muy pequeño cuando perdió a sus padres, desde entonces creció con todo el resentimiento que su abuelo le sembró día con día. La vida de Alessandro solo se resumía en venganza y sangre, era lo único que existía en su mente, no había espacio para nada más, solo para vengar sus muertes.
Y hoy había llegado ese día. Alessandro volvía a Italia a pedir la mano de la hija de su gran enemigo. Giovani Cavalli estaba a punto de llevar a su propia hija a la perdición, sin saberlo.
Desde ese día la vida de Valentina Cavalli ya no sería la misma, porque saldría de su vida casi perfecta para conocer la verdadera crueldad del ser humano.