El molesto sonido del gis chocando una y otra vez sobre la pizarra era más intolerable de lo normal aquella mañana, el silencio sepulcral en el aula hacía que aquel irritante golpeteo sonará como una sinfonía mal dirigida que lastimaba sus oídos, Melissa quería salir de corriendo de allí para esconderse debajo de cualquier roca, incluso la mansión Black no sonaba tan mal como guarida improvisaba para armar su trinchera, quería taparse los oídos, gritar en voz alta o simplemente desvanecerse en la nada, cualquier cosa, suponía, era mejor que estar justo allí en ese preciso instante. El aula de nuevo estaba en total silencio, y el cielo fuera del recinto estaba tan gris como si presagiara la tormenta que se avecinaba, acechándola, jugueteando con ella como si de una presa se tratará, O´B