Amor Psicopata.

Capítulo 7

Michael.*

Subí al auto esperando a que mamá lo hiciera de igual manera ya que seré yo quien la lleve ahora debido a que no he comprado el auto, será hasta mi regalo número dieciséis así que tengo que esperar.

La puerta del copiloto se abrió, entró con unas cosas que colocó en la parte de atrás, iba a poner su bolsa entre su asiento y el mío pero tenía allí mi mochila.

- Si quieres ponla en la parte de atrás. - Pedí sin problemas.

Me dio una afirmación y la presunción, al sujetarla hizo una mueca.

- ¿Qué traes aquí? - Murmuró extrañada.

La colocó entre sus piernas y la abrió, por mi parte solo encendí el auto para sacarlo de la cochera, al hacerlo la observación de un momento y lo que señala todo lo que llevo en la mochila.

- ¿Y bien? - Dijo alzando una ceja.

Solté un suspiro empezando a conducir.

- Son para limpiar el casillero, así mismo mi lugar, si me dan permiso limpiare el salón de clases. - Dije mirando al frente.

- Michael, creí que tu fobia había desaparecido con todo lo demás. - Dijo sin separar su vista de mí.

- No es fobia, es repulsión, no me agrada la idea de tocar cosas sucias, por ello desinfecte el auto. - Dije mirándola un momento.

Observe a los lados sin poder tal vez creer lo que he hecho, de verdad lo que hice, aunque fue cuando no estaban, sabía que iba a ser un oponer al hecho de que limpiará cada parte de este espacio.

- Cariño ... Si haces esas cosas serás visto como un chico raro ...

- Mamá, realmente no es algo que me interese el hecho de como me clasifiquen los demás, me agrada ser yo. Es verdad que no asistió a una institución académica pero puedo hacerlo. - Dije con seguridad.

Se quedó en silencio así que solo me dediqué a ir a su trabajo, dejó la mochila en la parte de atrás y ninguno de los dos argumentos nada más.

Es verdad que mi extraña obsesión por limpiarlo todo es rara, pero no puedo evitarlo me agrada hacerlo y el hecho de que este limpio debería alegrarle. Yo mismo me encargo de limpiar mi habitación y una vez por semana hago limpieza general de toda la casa, mamá me ayuda pero siempre ha pensado que limpio más allá de los extremos sin identificar que tengo todo por colores y colocado de manera en la que me gusta, soy complicado es verdad, pero también creo que es agradable que sea así.

Llegue a su consultorio así que estacioné cerca de la puerta, baje y le abrí, bajó sus cosas y me miró un momento.

— Suerte cariño, se que puedes, no olvides el medicamento luego de desayunar, no hagas rutinas pesadas con tu padre. Ni vayas a tomar refrescos fuera de horas, tampoco quiero que vayas a pelear, si te intimidan solo ignora su persona. — Dijo en lo que retiraba unos mechones que caían sobre mi rostro.

Sonreí y tomé su mano dejando un beso en ella.

— Estaré bien madre. — Dije sonriendo.

Hizo una mueca y se acercó pegándose a mi pecho, me abrazó así que respondí.

— Se me hará tarde. — Recordé riendo un poco.

Me dio una afirmación y se separó de mí. Regrese al auto, subí y antes de encenderlo e irme le mostré una sonrisa y me despedí levantando mi mano.

Moví el auto alejándome de ahí. Tengo que admitir que estoy bastante nervioso pero solo haré como si nada, ser buen alumno, prestar atención, no meterme con los demás e ignorar a los idiotas.

Sin darme cuenta llegue al instituto, estacioné el auto y baje logrando llamar la atención de varias personas ya que es raro que un chico de primer grado traiga un auto, esto es porque papá no puede salir a recogerme y mamá tampoco.

Entre mirando a los lados, saqué una libreta de mi chaqueta mirando el número de casillero que tengo. Al encontrarlo hice una mueca al ver el candado que tiene.

Tomé mi mochila entre mis manos y la abrí sacando un par de guantes de látex, tengo muchos gracias a papá.

Me los puse y tomé el candado introducido la llave, se abrió y lo retiré permitiendo ver el interior. 

Una mueca de desagrado se mostró en mi rostro de inmediato, saqué un desinfectante en aerosol y eche adentro, después saqué un par de franelas nuevas, me puse un cubre-bocas y puse cloro empezando a limpiar por dentro, también use un cepillo pequeño.

Estaba tan concentrado que no me había dado cuenta que la mayoría de las personas tenían su vista en cada uno de mis movimientos.

Los ignore y continúe haciendo todo lo necesario. Al ver que estaba casi limpio coloque un par de franelas secas y limpias en la parte de abajo, saqué mis cuadernos y los coloque ahí.

Sonreí con satisfacción al sentir que estaba limpio, aunque falta por fuera.

Una vez más aún con los guantes cerré la puerta y puse el candado.

Me giré sobre mi talones dispuesto a marcharme pero choque con alguien.

— Lo siento. — Dije de inmediato intentando ayudarle.

Se me quedó mirando al igual que yo a él.

— No hay problema. — Dijo sin más y paso de largo con rapidez.

Me quedé en mi lugar sin saber describir lo que acaba de pasar, lo especial que fue mirarle fijamente de esa manera.

El timbre de entrada sonó, eso me hizo salir del trance en el que estaba, aunque su imagen sigue bien clavada en mi mente... Es bastante tierno y lindo.

Empecé a caminar hacia mí salón de clases, la puerta estaba abierta por lo que entre y tomé uno de los primeros asientos ya que estos son los que están libres, no pude evitar el hecho de mirar a cada uno para grabar en mi mente sus rostros y aprender sus nombres con rapidez.

Me fijé exactamente en el chico que estaba en la parte detrás, hace algo en su cuaderno. Al parecer sintió mi mirada ya que levantó la cabeza dejándome ver su rostro. 

La expresión de los dos quizás fue la misma, una llena de sorpresa al ver que nuestros rostros son sumamente parecidos... Si yo fuese pelinegro sería idéntico a él o si él fuese rubio sería idéntico a mí.

Aún estamos en ese estado de shock hasta que el profesor llegó y nos interrumpió la idea de preguntarnos algo como:

— ¿Quién demonios eres y porque te pareces a mí? —

Quizás... Solo tal vez haya una posibilidad que sea hijo de un familiar de... Isabel, no lo sé, nunca mencionó nada de más familia o algo, solo iba a... No importa, nada de ello lo hace ahora, soy feliz, más de lo que pude haber sido a su lado seguramente.

— Señor Michael. — Me llamó el docente.

Salí de todo pensamiento y le observé, me puse de pie y mire al grupo de adolescentes como yo.

— Un gusto, mi nombre es: Michael Jefferson. Es un placer conocerlos. — Dije con algo de pena.

— Muy bien señor Jefferson. Platique un poco de usted y del porque ha sido trasladado de institución a medió año. — Dijo tomando asiento y esperando a que hablara un poco más de mí.

— Vivo en el centro de la ciudad, con mis padres, mi madre es pediatra y mi padre cirujano...

— El niño rico. — Dijo uno de ellos con burla.

Hice una mueca por eso, no somos ricos, tenemos estabilidad económica y gracias a su desempeño podemos darnos ciertos gustos.

— Retomando el tema. — Murmuré mirando a los ojos al tipo de me había interrumpido. — Es mi primera vez en un instituto después de haberme salido cuando tenía ocho años, deje de asistir por temas personales, estudiaba en línea, debido a mi desempeño he podido hacer que me acepten en esta institución. — Explique mirándolos a todos.

— ¿Porqué hablas así?, Digo estamos en una escuela es verdad pero tú manera de hablar solo nos hace saber se eres un nerd que será golpeado con facilidad. — Dijo el mismo tipo.

Lo miré con seriedad, dejando salir un poco lo que han mantenido dormido por bastante tiempo.

— No te atrevas hablarme así basura inferior, si yo quisiera podría terminar contigo en menos de lo que lo imaginas. — Dije sombrío acercándome a él a paso lento.

Justo antes de llegar a él el profesor puso su mano haciendo una división entre ambos.

— Señor Jefferson acaba de llegar, no haga problemas y no amenace de esa forma. — Dijo el profesor mirándome.

Salí de todo el trance oscuro en el que estaba regresando al que soy en realidad.

Tomé asiento una vez más sin comprender cómo demonios hago eso... Incluso aún tenido el medicamento... Mi lado psicópata y maquiavélico despierta.

No sé cuánto tiempo me quedé pensando solo que un sonido sordo me saco de mis pensamientos.

Giré mi cabeza un poco notando que el profesor está a lado de ese chico que se parece a mí.

— ¿Qué haces Zack?, ¿Crees que perdiendo el tiempo con dibujos absurdos podrás vivir? — Le cuestionó con enfado.

Iba a tomar su cuaderno pero el chico con nombre de; Zack lo impidió.

— Usted no sabe nada de mí, mucho menos de mí arte. ¿Le molesta que no ponga atención?, ¿Es eso?, ¿Cómo hacerlo cuando la clase es sumamente aburrida y estúpida?, No deja de planear cosas que por obvias razones se responden con lógica. — Le reclamó con astucia y seriedad.

— Si le es tan sencillo; ¿Porqué no lo responde? — Le retó.

Zack solo se puso de pie, caminó entre los asientos hasta llegar al frente, tomó uno de los marcadores empezando a contestar todo con seriedad y rapidez, solo le tomó unos minutos. Terminó y dejó el marcador donde estaba.

Verifique todo y si, era correcto, incluso corrigió algunas cosas que el profesor había colocando mal.

— Listo. Qué ellos sean lento no indica que yo lo sea. — Dijo sin más tomando asiento una vez más y volviendo a su cuaderno.

El profesor estaba algo sacado de si, no lo culpó, creí que era el típico chico depresivo que no sabe nada y solo viene a ocupar un lugar, pero no, es inteligente y rápido.

Volvió a dar la clase a lo que sin darnos cuenta se había terminado, todos empezaron a salir con rapidez del salón de clases, me quedé un momento ahí, tengo que limpiar.

Antes de empezar escuché pasos a lo que levanté la vista topandome con un chico de anteojos, bajo, delgado y algo tierno, me mostró una pequeña sonrisa a lo que la respondí.

Paso de largo, eso me llenó de curiosidad, me giré a mirarlo topandome con la mirada oscura de Zack.

El chico llegó a su lado, se levantó rápido. Mis ojos se abrieron cuando lo tomó con rapidez de la cintura pegándolo a él plantando un beso en sus labios. El chico intentó responder solo que más lento que Zack quien lo besa con un fin... Hacerme saber que ese chico es suyo.

Se separó de él y fijo su vista en mí, esa mirada le basta a cualquiera para comprender que no quiere que se acerquen a él...

Espero que les guste.

Gracias por leer.

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