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ORDEN PRESIDENSIAL

Henry y su esposa, se quedan en su vehículo al frente de Tecnoblerk. Esperando a la policía, para poder entrar.

En ese instante, Abigail le expresa a Henry:

—  Yo sé que estas preocupado por Thomas, es lógico es tu padre, pero llamar a la policía sin pruebas.

—  Tengo que entrar como sea a Tecnoblerk, Biden quiere saber todo de la tecnología de mi padre.

—  Pero... quemas quiere aprender si ya sea inventado casi todo.

—  Casi todo, eso es lo que sabemos, Biden creo trajes alienígenas. Y vaya a saber qué otra cosa más.

En ese momento, dos vehículos de la policía llegan a Tecnoblerk. Cuando Henry se baja de su auto y le da la mano a Tom, diciéndole:

—  Amigo, ¿cómo estás?

Tom abraza a Henry, y le dice:

—  Bien, no como tú, pero bien, ahora dime claramente, ¿cuál es la situación que se presenta en este edificio?

—  Tienen secuestrado a mi padre.

—  ¿Tienes pruebas?

—  No, pero sabes desde que me conoces durante todos estos años que no bromeo con una cosa así.

En ese instante, Lauren le dice a Biden:

—  Señor, la policía está a bajo.

De inmediato, Biden se asoma por una ventana, y dice:

—  Este hijo de... ahora veras, no vas a interferir en mi camino.

En ese instante, Biden saca su teléfono y llama al presidente de Estados unidos.

Houston, Fauller y su tripulación, se bajan de la nave espacial y en seguida se presenta ante el presidente de la nación.

De inmediato, el gobierno detiene a los dos condenados y se los lleva a prisión.

Fauller le dice al presidente:

—  Señor, perdone que le diga, pero sugiero que al condenado Gals morrous le sea perdonada su condena, fue muy útil en la misión, y posiblemente lo necesitare en la misión que se viene.

El ministro de defensa le dice a Fauller:

—  Comandante... cuide su cargo.

El presidente mira al ministro de defensa y se sonríe, y le dice a Fauller:

—  Las ordenes las doy yo. Y yo ordeno que ellos vayan a prisión ahora mismo, no puedes trabajar con un condenado que apenas conoces, si quieres más personal para la misión en áfrica, tendrás más personal calificado, no asesinos y psicópatas, espero que hayas entendido.

—  Sí señor.

En ese instante, el presidente recibe la llamada de Biden, y contesta diciéndole:

—  ¿Qué sucede Biden?, estoy ocupado.

—  Perdone señor, pero tenemos una dificulta.

—  ¿Qué pasa?

—  Tengo a la policía en el edificio y está dispuesta a entrar, usted sabe que esto no puede pasar.

—  Listo, yo arreglo eso.

En ese momento, Tom le hace caso a Henry y se acerca junto a sus tres compañeros al edificio. Cuando son detenidos por el cuerpo de seguridad de Biden.

En ese instante, Biden sale del edificio y le dice a Tom:

—  Necesita una orden para poder entrar aquí.

—  Está bien, está bien, tiene toda la razón, pero dígale a su gorila que no me toque o tendrán serios problemas aquí, yo soy la ley, y si quiere una orden ya mismo llamo a la oficina y la hago traer.

Biden le dice todos los de la seguridad:

—  Retrocedan.

De inmediato, Henry le dice a Biden:

—  ¿Creíste que te ibas a salir con la tuya?

Biden se enfada y le dice a su sobrino:

—  No cantes victoria, ustedes no podrán hacer nada, eso se los aseguro.

En ese instante, el comandante de la policía llama a Tom, y le dice:

—  ¿Qué haces en Tecnoblerk?

—  Señor, investigo un posible secuestro.

—  No, ven a la estación ahora, el presidente me ha llamado. Y me dijo que tú estabas alentando a un sujeto que está perturbando a las personas de ese edificio.

—  Pero... eso es mentira.

—  Pero nada, es una orden, deja en paz al científico y vente para la estación o terminaras despedido, y si el sujeto sigue perturbando en ese lugar, arrestalo.

—  Bueno.

 En ese instante, Abigail le dice a Henry:

—  Amor, vámonos, esto está muy extraño aquí.

Henry le hace caso a su esposa y se sube a su vehículo, y le dice a Biden:

—  Tu pagaras por lo que le pase a mi padre.

En ese momento, Henry y Abigail se van, mientras Biden se sonríe y le dice a Tom:

—  Que espera para irse policía de pacotilla.

Controlando su ira, Tom le dice a Biden:

—  Voy a estar pendiente de usted.

Biden se ríe y le dice a Tom:

—  No juegue con su suerte...