Déjame luchar por tí.

Capitulo 11. Inesperado acuerdo.

- Alvaro se cuestionó mucho antes de tomar tan descabellada decisión, pero sabía que esa podría ser la oportunidad de cambiar las cosas a su favor o al menos eso él creía.

Ahí estaba Alvaro, frente a esa casa que habitaba Elena, haría un trato con ella, mismo trato que daría paso a la lucha que tendría con su propio hijo.

_ Qué haces tú aquí?.

_ Necesito hablar contigo Elena. - No me invita a pasar y simplemente la hago a un lado y me adentro a su departamento.

_ Pues que bueno que vienes porque yo también necesito hablar contigo.

_ Me da gusto que estemos de acuerdo en algo.

_ Pues NO!!. No estoy de acuerdo en muchas cosas pero inicio con la principal, la boda de Max.

_ De eso te vengo a hablar Elena. - Me acerco a ella y le entrego los documentos.

_ Qué es esto?

_ Míralo por ti misma.- Tomo asiento en la sala y me acomodo mientras ella comienza a leer los documentos que le he traído.

_ Es encerio? Dejaras que me case con Max? Qué pasó con la mujerzuela que le habías elegido.

_ Nunca se te ocurra volver a hablar así de ella...

- A Alvaro parecía ya no importarle demostrar su interés por Eden y Elena comprendió muy bien su reacción, conocía bien al hombre que tenía enfrente suyo y sabía lo impulsivo y celoso que podría llegar a ser. Ella se dió cuenta, a Alvaro le interesaba esa mujer y no precisamente como nuera.

_ Ya veo, al parecer esa mujer hizo bien su trabajo y termino enamorado al padre de su futuro esposo.

_ Cállate Elena, eso a ti no te incumbe así que mejor hablemos de lo que si es tu problema.

_ Me parece perfecto pero cuál es tu condición para que yo acepte lo que me ofreces.

_ La primera es que tendrás que firmar un acuerdo en el que no exigirlas ninguna de las acciones de la empresa y la segunda es que me entregaras la custodia completa de Cami, si dices que sí yo te aseguro recibirás mes con mes una buena remuneración, además te casarás con mi hijo y te ayudaré a que ese matrimonio sea mínimo por diez años.

- A Elena no le importaba la empresa, mientras ella viviera como reyna y siendo la esposa de Maximiliano Marnili todo está bien.

_ Bien, acepto tu oferta, mañana mismo quiero mi primer depósito, el acuerdo te lo firmo hoy y el día de la boda te entrego la custodia de tu hija.

- Elena se acercó de manera lenta y seductora a Alvaro, coloco sus manos en los hombros de él y paso su lengua por su boca, Alvaro le correspondió de la misma manera, tomando su cintura y atrayendola a su cuerpo.

Apresar de su edad Alvaro era un hombre con suficiente atractivo y porte, a Elena le encantaba la manera posesiva con la que él se expresaba.

El departamento de Elena se inundó de gemidos mientras Alvaro la tomaba de la cintura y jalaba de su cabello para unirse más en ella, Elena le pedía mas y lo provocaba cómo en el pasado lo había hecho.

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_ Estás seguro de esto hermano?

_ Nunca había estado tan seguro Franco.

_ Te noto nervioso.

_ Pues lo estoy idiota, me voy a casar.

_ Yo solo lo digo porque soy tu amigo, si quieres huir puedes hacerlo, yo siempre te ayudaré. - Le digo eso. Maximiliano para que comience a relajarse mientras me burlo un poco de él.

_ Eres un imbécil pero por esas estupideces es que eres mi padrino. - Me río a carcajadas de la tonterías de Franco, él nunca va a cambiar pero tengo que decir que me siento afortunado de que esté aquí. Es la única persona en quien puedo confiar, bueno en realidad ya no es el único, ahora tengo a Eden y al abuelo José.

- Estoy riendo de la tonterías de Franco cuando la veo entrar, va de la mano de su abuelo y a cada paso que da mi corazón da un vuelco, no puedo creer que sienta tantas cosas por ella, todo va tan rápido que ni siquiera lo he procesado.

Se ve hermosa, lleva el cabello suelto y en su rostro resalta el tono rojo de sus labios, su vestido es blanco con tirantes delicados y completamente entallado a su hermoso cuerpo, sencillo pero hermoso y ella lo luce fenomenal. Me siento muy nervioso y espero verme bien para ella porque ella luce más que perfecta para mí.

_ Ahora entiendo porque te casas, si yo fuera tú también buscaría hacerla mi esposa en cuanto la viera.

_ Pon tus ojos en otra mujer porque ella hoy será mi esposa.

_ Eres un maldito con demasiada suerte hermano.

- Eden llegó hasta donde se encontraba Maximiliano; habían elegido un registro civil que les recomendó su abuelo, el amigo de este sería quien los casaría. Ella lo miro y no podía creer lo que estaban a punto de hacer, Maximiliano le había explicado que pasaría hoy y el porqué de su decisión, aunque no le contó las sospechas que sentía de su padre, si le menciono la desconfianza que le tenía, Ahora estaban mirándose el uno al otro y apunto de volverse marido y mujer.

Mientras estaba frente a Maximiliano se dió cuenta del hombre que estaba a un lado de él, Maximiliano había quedado tan embobado con Eden que se había olvidado de su amigo, Franco se dió cuenta y decidió presentarse por si solo.

_ Mucho gusto, soy Franco el mejor amigo de este animal.

- Eden no pudo evitar reír ante sus palabras.

_ Mucho gusto Franco yo soy Eden y él es mi abuelo José. - Miro a Franco y me doy cuenta de que tienen parecido con Maximiliano, solo que su cabello es oscuro a diferencia de el de Max que es más rubio, es un hombre muy guapo al igual que Maximiliano.

_ Mucho gusto señor José. - Saludo al abuelo de Eden y por alguna razón siento que ya lo conozco, quizás lo he visto en otro lugar.

_ Mucho gusto muchacho. - Estoy a punto de llorar, la vida no me pudo haber dado más, tengo en frente de mí a mis dos pequeños hijos de una vida que ya pasó, y del otro lado a mi pequeña Eden quien en esta vida y en la otra siempre fue como mi hija.

Fue duro saber que había tenido una vida antes que está, pero no podía interferir en el destino de nadie, tenía que dejar que la vida tomara su curso aunque eso implicará estar lejos de mi dos pequeños.

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