Déjame luchar por tí.

Capitulo 9. Verdades, dudas y desconfianza.

- Mi hijo me observa y no se que responder ante sus cuestionamientos, aunque lo que quería era que él dejara a Elena, me cuesta trabajo comprender como es que está dispuesto a formar algo serio con Eden aún más cuando la acaba de conocer. Por otro lado, el mirar a Eden me provoca tantas cosas, no voy a negar que la primera vez que la ví sentí algo diferente pero no quise sacar conclusiones, después de hablar con ella y sentir su comprensión tuve una sensación que removió sentimientos que hace mucho no sentía.

_ Te estoy hablando padre, porqué entre Eden y yo no podría haber algo más.

_ Hijo, yo solo...

_ Mírame y dime la verdad. - tengo miedo de preguntar pero necesito una respuesta. - Dime la verdad papá, a ti te gusta Eden?

_ Qué estás diciendo Max?. - No creí que Maximiliano me fuese a hacer esa pregunta.

_ Lo que escuchaste, responde...

Para Maximiliano era doloroso hacer aquella pregunta, sentía que estaban pasando demasiadas cosas en tan poco tiempo que se estaba comenzando a abrumar.

Él tenía claro que sentía algo muy intenso por Eden, pero nunca espero compartir ese sentimiento con su propio padre, se había dado cuanta de la reacción de éste mientras estaban en el despacho pero creyó que todo se lo estaba imaginando, ahora ya no podría creer que todo eran ideas suyas, a su padre le pasaba algo y estaba siendo evidente que lo que sentía eran celos, esos mismos celos que constantemente le mostraba a su madre.

_ Hijo, estás confundiendo las cosas.

_ No me aparece que sea así pero que te quede algo claro, si se te ocurre acercarte de a Eden de alguna otra manera que no sea como su suegro, te juro me olvidaré que eres mi padre.

- Voy saliendo de la mansión con mi pequeña maleta y veo a Maximiliano muy cerca de su padre, lo mira con enojo pero más con dolor. Él voltea a verme y por un momento siento que olvidó que estaba enojado, me sonríe y se acerca a mí.

_ Ya estás lista, vamos, te llevo con tu abuelo y de paso lo conozco. - Miro a mi Eden y siento que todo estará bien, ella me trasmite tanta paz que no puedo evitar dejar el enojo a un lado.

_ Sí, ya estoy lista aunque no estoy segura si podrás conocer a mi abuelo, ya es tarde y quizás no esté despierto.

_ No te preocupes, si no lo veo hoy ya sabré dónde buscarte mañana para que me lo presentes.

_ Maximiliano, no quiero que te sientas presionado por conocer a mi abuelo, de cualquier forma esto es un contrato y creeme que yo sabré manejarlo.

_ No me siento presionado, al contrario, me encantaría conocerlo.

- Vamos rumbo a casa de mi abuelo, después de que salí de la mansión el señor Marnili tomo distancia y sin decir adiós se dió la vuelta y entro a su hogar.

- Voy manejando y planificando con Eden la manera en como le comunicaremos a su abuelo el que nos casaremos este fin de semana. De repente en el camino distingo el coche de mi primo Sam, viene acompañado y reconozco a su acompañante, es Elena, ella lo toma del rostro, lo gira y comienzan a besarse. Me desconcierto un poco hasta que Eden me recuerda que el semáforo cambio a verde, continuo manejando pero ahora la duda me invade.

Que hace Elena con Sam?. La verdad no me molesta que ellos tengan algo tomando en cuenta que entre ella y yo ya no puede haber nada, lo mejor es que ella este con alguien más. Lo que no entiendo es porqué Sam, ella sabe de nuestra mala relación y por alguna extraña razón siento que algo aquí no encaja, ahora sé que quizás la impresión que tenía de Elena no era del todo acertada, Sam a intentado dejarme mal en la empresa sin contar que lo mandé a investigar por ciertos movimientos económicos.

Miro a Eden y tengo está necesidad de protegerla de quienes me rodean; decido estacionar el coche, volteo y tomo su mano.

_ Pasa algo? Porqué te detienes?

_ Eden, puedo preguntarte algo?

_ Claro.

_ Si te pidiera que mañana mismo fuéramos a casarnos sin decirle a nadie, lo harías?

_ Porqué preguntas éso? Porqué la prisa?

_ Tengo el presentimiento de que algo no está bien. Sé que es muy pronto pero confiarías en mí?

_ Por alguna extraña razón, confío en ti.

- Maximiliano no está equivocado, su intuición le decía que algo iba a pasar antes de poder casarse con Eden y así era.

Después de que Maximiliano y Eden se fueran de la mansión, Alvaro se fue a su despacho con un sentimiento de recor hacia su hijo, no quería alejarse de Eden y odiaba que Max estubiera cerca de ella, tenía mucho tiempo sin sentir tantas emociones por una persona y que esa persona le recordara tanto a su esposa lo hacía sentir posesivo y desesperado.

El tiempo que Alvaro estuvo cargando sus culpas se odio a si mismo, logrando que algo mentalmente en él se desequilibrara sin darse cuenta, se odiaba por haber dañado tanto a su esposa y se culpaba por su muerte, pero ahora sentía que la vida le estaba dando una segunda oportunidad de enmendar su error, había puesto a Eden en su camino y con ello la oportunidad de formar una nueva familia a la cual podría proteger.

Él no planeo lo que estaba a punto de hacer, creyó que Eden sería la mujer que ayudaría a Max para alejarse de Elena, pero no contó que él también terminaría cautivado por la mujer que le recordaba tanto a su esposa.

Sin darse cuenta Maximiliano encendió una mecha en su padre, una que lo haría perder la cordura, esa amenaza provocó que se aferrara a la idea errónea de que Eden era para él y que su hijo era la lucha que tendría que enfrentar.

Ahora solo necesitaba romper el contrato que él mismo había laborado una horas antes, y después prohibiría ese matrimonio el cual solo se podría llevar acabo con su consentimiento aún que no contó con que Maximiliano tenía sus propios planes y Eden estaría dispuesta a apoyarlo.

_ Cuenta conmigo Maximiliano, te ayudaré. - No se porque pero confío en Max y lo quiero ayudar, esto es una locura, solo han pasado un par de días y mañana me casaré en secreto. Literal mi vida cambiara pero deseo vivir esto.

_ Bien, pues mañana seremos marido y mujer. - Hubo algo en la mirada de mi padre que me hizo pensar en tomar está decisión, siento que él hará algo para que esté matrimonio no se dé, pero pienso tomar ventaja; después que ví a Elena y confirme que era lo mejor, al parecer no sé ni de quienes estoy rodeado.