Ingresar a la espaciosa entrada, contemplar el basto jardín moderno estilo minimalista al frente de la residencia mientras avanza a paso lento en dirección a la casa. Todo le parece como volverse una escena que sueña o quizá recordar lo convierte de nuevo en un pequeño niño. El miedo volver a producirse, todo aquello que está asentado en su interior poco a poco vuelve a alzarse y revolverse. Con ello ese horrible sentimiento de soledad y vacío. Sentirse ajeno a todo y a todos.
Una vez más pisa sin agrado la tierra de la enorme casa de su infancia, la misma que tuvo que dejar cada año cuando volvía a estar internado en un colegio militar luego de haber estado en uno cristiano. Adrik todavía en lo hondo de sí mismo a pesar de los muchos años de esa partida, en sus recuerdos se movía el agr
