Valentino no tuvo más que volver a los asuntos con respecto a ser el director de varios de los negocios familiares. No volvió al yate tomó un vuelo para dirigirse a Atenas y estar en la casa familiar por un rato sin tener que escuchar a nadie, especialmente a Bianca. Bien sabía que pocas veces la casa estaba ocupada por sus padres, así que tendría un momento de tranquilidad incluso si trabajaba desde el estudio. Un lugar que él consideraba muy acorde para estar solo. Se la pasó tan ocupado que cuando miró la hora ya eran casi la una. Desde su computadora podía verificar saldos y estar al corriente con las diferentes informaciones, también acudir a reuniones en video llamadas y así no tener que viajar.
Al sentirse un poco cansado miró el teléfono. Tenía varias llamadas perdidas de Bianca.
