Adrik la aferraba del cabello con fuerza mientras Lenet se sostenía a ese brazo fuerte y firme. Degustó del calor y el sabor de su boca al corresponder el juego alocado de su lengua hundiéndose en ella. Adrik apretaba los ojos, sintiendo que los besos que recibía de ella no podrían compararse con otros recibidos antes, quizá a la fuerte cualidad de hacerlo con intensidad, pero a la misma manera como si aquello ocurriera por vez primera. Aquel beso intenso duró lo suficiente como para que Lenet sintiera todo temor y duda enervarse como nunca antes mientras el corazón palpitaba disparatadamente. Él apartó sus labios al notar que ella jadeaba con intensidad. Lenet movió los párpados abriéndolos. Con un solo beso había logrado estimularla más que los cocteles. Adrik sonrió mirándola fascin