Cada letra se desvaneció y Adrik notó que apareció un extraño color verde claro con amarillo irradiando sobre el marco de la puerta, por lo que cruzó siguiendo a la sombra de su padre que parecía alejarse a toda marcha y guiarlo andando con prisa. Adrik iba tras él velozmente, lo seguía sin poder evitar todo su asombro al notar que aquella espaciosa, silenciosa y aterradora mansión se había convertido en una casa completamente habitada. Escuchaba el bullicio común de cuando hay una fiesta y personas hablan, también cantos femeninos, voces de niños alegres jugando. Provenían de diferentes lados de la casa y él los percibía claramente conforme avanzaba tras la sombra de su padre. Cuando no pudo con la curiosidad de simplemente ir tras aquella sombra y volteó a mirar un par de veces, entonc