Magno había quedado satisfecho durmiendo al lado de varias chicas en una las habitaciones específicas para eso. Pero en medio de su descanso algo lo perturbó. Nunca solía tener sueños agradables o encantadores, pero había vuelto a ver a la dama con la que un día sí deseó algo para toda la vida, había muerto muchos años atrás. Pero ahora él la veía, ella lucía sonriente, dulce, hermosa y agradable. Lo acariciaba cariñosamente del cabello mientras ambos descansaban en un verde pastizal.
«Mi amor… ¿Seguirás amando a tu familia o vendrás algún día?»
¡Cuántos años de no escuchar su voz! Eso consiguió dejarlo en completo estado de introspección abriendo los ojos de golpe. No pudo quedarse en esa habitación luego de verla tal cual de nuevo en un sueño perfecto.
Las mujeres completamente desn
