Hillary definitivamente me las va a pagar, no sólo por dejarme plantada sino por haberme orillado a aceptar la propuesta de Alan de esperarlo para llevarme a casa. Se había apoyado de la sospecha del "noviecito" con quien me perdía varias tardes y por ende, tuve que suspirar de manera resignada y quedarme, aburrida mortalmente. Parte de la noche me había ocupado en lanzarle miradas atentas a Alan, porque parecía proyectar su mal humor en sus labios apretados. Me preocupe por su expresión malhumorada, pero no hice intento por acercarme, dado que Neil parecía pensar lo mismo que yo. Ellos se entiende mucho mejor, así que los dejé estar, aunque las excusas se me acababaron. Sin embargo, ahora que Hillary había invadido el auto de Neil, arruinándoles el viaje a él y Marion, no tengo en q