"La verdad nos hará libres". C.W
Caroline Windsor
Estoy con mi prima Adelaida —Hoy nos vamos a divertir mucho, cuando los gatos no están en casa los ratones hacen fiesta. — Me dice coqueta, a ella le permiten vestir, un estilo más actual por estar casada, por lo menos colores más fuertes, yo detesto seguir vistiendo colores pasteles.
—Deberías dejarlo y ser libre, sin tener que esconderte. — Le sugiero
—Acaso estás loca ¿Sabes lo que se sentiría que te dieran la espalda?— Pregunta escandalizada
—Creo que sería maravilloso, serias libre de elegir. — Le respondo decidida
—No sabes lo que dices, todo lo que conoces es cómodo, seguro y fácil, ¿Quién te mantendría? ¿De qué vivirías?— Pregunta ella
—De mí, de mi intelecto, no me gusta que me den nada, me gusta ganarme mis cosas. — Respondo seria.
—Ilusa, todo lo que tienes te lo han dado, el mundo real es otra cosa. — Me dice ella
—Estoy hasta de todo esto.— Señalo el castillo y ella se ríe escandalosa hasta que entra el conde Andrew vestido de etiqueta como dicta la norma con un ramo de rosas blancas en su mano y más guapo que nunca si eso es posible, las pocas canas que aparecen en su sien lo hacen ver aun más atractivo.
—Buenas noches. — Saluda haciendo una inclinación perfecta, que respondo de la misma manera solo porque tengo mucho público. —
—Buenas noches milord. — Saludo y él me entrega las flores
—Seré la envidia de todos los nobles esta noche. — Dice él
—O la burla querido. — Le respondo en un susurro porque sé que entre la nobleza no me tienen mucha estima debido a mi lengua afilada.
Pienso vamos en la parte de atrás del auto un chófer nos traslada hasta el salón de baile, pero mi prima esta medio de los dos cumpliendo la función encomendada.
Sin embargo la mirada del conde me pone un poco nerviosa, no me quita los ojos de encima, no sé qué hará cuando le diga que en realidad no pienso casarme con él, ni con nadie… Al cabo de
Apenas salimos me ofrece su brazo, entramos al aburrido baile, mi prima toma varias copas y al cabo de un rato en lugar de ella cuidarme debemos cuidarla a ella…
—Me tienes loco. — Susurra al ver que mi prima esta borracha y no se dará cuenta de nada.
—Milord, no se cual será su interés real en mi, pero yo no pienso casarme ni con usted, ni con nadie. — Le digo cuando me está tomando la mano
— ¿Es porque soy mayor para ti o porque tuve algo con tu madre?— Pregunta molesto.
—El hecho que tuvieras algo con mi madre, en el pasado fue lo que me motivo a aceptar esto, pero en realidad no estoy interesada. —
— ¿Por qué?—
— ¿No te has dado cuenta que soy diferente?— Le pregunto
— ¿Te gustan las mujeres?— Pregunta asombrado
—Me pongo roja con esa pregunta— ¡No, claro que no!, es más complicado que eso, creo. —
—No te entiendo. — Dice, soltando mi mano.
—Bien, el matrimonio, a corto, mediano ni largo plazo está en mis panes. — Revelo.
— ¿Por qué aceptaste?—Pregunta sin entenderme
—Porque mi padre te detesta, no quiero hacer lo que él quiera, estoy cansada que me traten como una marioneta. — Le digo yo...—El ve a los lados, se lame los labios, mi prima dormita en la mesa perdida por completo de lo que está sucediendo, en un instante me toma de la mano y me saca hacia otro salón, cierra mientras mi corazón esta latiendo a un ritmo frenético en mi pecho.
— ¿Me estas usando?—
— ¿Te diste cuenta?— Le pregunto sarcástica, como que es medio lento.
— ¿Qué mas tienes que decirme?— Cuestiona
—Eso es lo más importante, tú y yo no nos casaremos. — Digo segura.
— ¿Eso crees?—Pregunta con aire arrogante, es lindo pero me provoca patearle las pelotas...
—Entonces esto termina aquí. — Dice el viéndome a los ojos, me encantan sus ojos grises
—No puedes, mi padre entonces me casara con otro yo no quiero. — Le digo acelerada
— ¿Quiere que me preste a tu juego?— Me pregunta
—Pues si. — Le respondo.
—Lo haré con una condición, si te enamoras de mi, nos casamos. — Me dice el casi sobre mis labios.
—No lo haré. — Respondo con una sonrisa, que él me devuelve lobuna.
— ¿Qué haces?, lo último que pronuncio antes de ser besada de una forma que arraso con todos mis pensamientos lógicos…Se me cayeron las medias literalmente, nos besamos por al menos quince minutos…Eso besos me dejaron trastocada.
Cuando se separa de mi estoy con los ojos cerrados esperando por mas y el sonríe como si nada toma mi mano y volvemos al salón, mi prima levanta la cabeza y dice —Esta fiesta demasiado divertida.— Arrastrando las palabras...
No puedo evitar reír junto con mi “novio” gracias a Dios ya sabe a qué atenerse conmigo, ¿pero por cuánto tiempo fingiremos?, porque me afecta mucho su cercanía.