La misma noche Estambul Gizem Dicen que la vida es la mejor escuela, porque aprendes de tus errores, vive empujándote a tus límites, ante todo te enseña a lidiar con tus debilidades, forja tu carácter y tu personalidad a punta de golpes o realidades. Unos somos más sabios, otros más desconfiados, pero al final llevamos un pasado a cuesta que nos guía como un manual para continuar adelante. Sin embargo, al parecer la vida me dejó de año en su estúpida escuela, pues sigue gritándome en silencio: “no pasaste, todavía no estás lista”, al punto que debo tomar clases extras para recursar sus malditas pruebas. Porque pensé que había sido suficiente el infierno que viví en manos de mi verdugo, pero me equivoqué, pensé que tenía derecho a tener un poco de paz, de sosiego y de libertad, aunque