Wailani — Bueno, huele bastante bien aquí ¿quizá alguien le puso esmero de más? Mi madre levanta la mirada y me dedica una pequeña sonrisa, me acerco a ella y le doy un ruidoso beso en la mejilla que la hace encogerse mientras ríe, a la vez que le echo un vistazo a los huevos con tocineta que están cantando en la sartén. — ¿Verdad que huele bien? algo he aprendido con el paso de los años, no soy tan buena como tu tía Shio, pero al menos no los intoxico con la comida. — Sí, digamos que ya al menos no estoy desnutrida — bromeo guiñándole el ojo, a lo que ella voltea sus ojos. — Ese humor tuyo es lo que mantiene activo este hogar — farfulle al devolverme el guiño. Estiro mis manos por encima de mi cabeza y dejo salir un lento bostezo, hacía pocos minutos que había despertado, ni siq