Aquí me encontraba, con mis demonios, danzando al son de la canción, moviéndome como si el mundo no existiera, durante una fracción de minutos, todo parecía perderse, las gente paso a ser solo parte del decorado, el sonido de la música me envolvía, mis piernas cobraron vida propia y el recuerdo de los últimos dos años me invadió por completo, mi piel se erizo, mi pecho se oprimía mientras hacía la pequeña coreografía. Ira, miedo y dolor, era lo único que podía sentir en este momento, quemando mi piel, arañando cada parte de mi alma, dejándome vulnerable, vacía. La música termino y con ella mi presentación, con mis manos sudorosas y los ojos llorosos, respire dos veces y me levante, sin pensar, sin detenerme a mirar, solo intentando llegar al final, pretendiendo no quebrarme, para terminar