La abuela Celia, abrazó a Génesis trató de calmar aquel dolor tan grande que sentía su nieta, pero eso no quedaría así, debía arreglar cuentas con Nilo, ella lo único que deseaba que los dos pudieran ser felices.
Génesis se calmó, luego entró a su habitación estaba arrepentida de haber dejado a Nilo.
Al día siguiente, Génesis amaneció mejor, ordenó a la mucama Abigail que por favor les preparara él desayuno a sus dos amores, Ander y Judit, ella pidió un cortado con medialunas.
Abigail le comenta a Génesis, qué la abuela no a dejado de tomar, a la madrugada ella vió a la abuela, cuándo se levantaba hacía él, lugar del sótano adónde están guardados todos los vinos envasados, Génesis se aproximó hacía la habitación de la abuela, golpeó despacio y se atrevió abrir la puerta de aquella habit
