Nilo se ofrece para traerlos de vuelta, la abuela está encantada por gran ofrecimiento, no tiene idea lo que está pasando con su nieta Génesis. Llegó él día que tienen que regresar, es una mañana tibia hay un poco de sol, Ander él hijo de Génesis, se acerca al potrillo, y se despide de él. Judit la niña se despide de los caballos y también de los demás animales, su inocencia es tan pura. Ander sube al vehículo de Nilo, que lo está esperando, la que más demora es la abuela Celia, ella no tiene más palabras de agradecimiento para Nilo, porque sus palabras se hicieron pocas, ante tan buena atención, tanto para ella cómo para sus nietos. La abuela Celia le pasa dinero a Nilo, él le dice, que él se va ofender mucho, que no es nada, que él ama a su nieta, que es lo único que le interesa. La