Aquella primera noche que Nilo se quedó en casa de Génesis, ni sintió cuando Génesis le acaricio él rostro. Génesis se había puesto tan bella, puso la cabeza en la almohada y se quedó dormida. Génesis comenzó a tener pesadillas, soñaba que su hija se la llevaban. De pronto despertó sobresaltada. —¡No mi hija no! Su cuerpo temblaba, corrió hasta él cuarto de baño que había en la misma habitación y se secó el rostro. Luego se puso abajo de la ducha, se mantuvo un largo rato, cuando bajó, ya estaban todos sentados en la mesa del comedor, los niños ya estaban cambiados con ayuda de Abigail, Nilo apenas la vió, se paró del asiento,con mucha amabilidad, le cedió el asiento. —¡Estás divina hoy si pareces un sol! Pero ella se acordaba lo que le había dicho, la noche anterior, y mucho cas