Las carreras han quedado en el pasado o al menos eso parece.
Después de dos años en coma, Becky regresa a la vida, pero perdió todos sus recuerdos. Y Randy no se encuentra a su lado para hacerle recordar su amor por ella. Se fue, creyendo que estaba muerta.
“Prometiste nunca dejarme y mentiste” —Becky.
Randy se ha vuelto un hombre solo y sin sentimientos. Dirige su empresa triste y derrotado, por la muerte de la única persona que amó.
“¿Por qué me haces esto? Me prometiste que nunca me dejarías. Me dijiste que estarías siempre a mi lado, que no serías como ellos. Que no te convertirías en un olvido y lo hiciste. Lo prometiste.” —Randy.
Mientras Becky se encuentra queriendo recuperar su vida, y conocer a la antigua persona que era. El pasado sigue interponiéndose en la vida de Randy, y ésta vez será más una distracción que un tormento.
La única persona que podría hacer que Randy olvide a Becky ha regresado y Leidy está dispuesta a pelear y quedarse con Randy a toda costa.
Pero el destino vuelve a jugar con los tres. Becky hace una visita a la oficina de Randy, y todos los sentimientos que pensó haber enterrado reviven con fervor y más fuertes. Ésta vez Randy no está dispuesto a dejarla ir, sin antes luchar.
Y no es su único problema. Linda lo busca y parece no ser la persona que dice ser.
Alguien lo quiere muerto y quiere venganza. Y puede costarle la vida de alguien importante en su vida, nuevamente.
¿Randy podrá sobrevivir a todo lo que se le avecina? ¿Podrá derrotar sus demonios y tener un final feliz con Becky?