Prólogo
Paulina
Cinco años atrás
Muchas personas creen que cuando uno viaja lo hace por gusto, que en ese momento está por cumplir uno de sus sueños, pero en mi caso viajar a Las Vegas no me emocionaba en lo absoluto, pero debíamos hacerlo, mi abuela estaba enferma y era nuestro deber cuidarla aun cuando teníamos que dejar todo lo que nos rodeaba
Tenía que dejar atrás a mis amigos, bueno a mis únicos dos amigos, Melissa era casi una hermana para mí, por lo que me dolía mucho tener que alejarme de ella, pero mi amistad con Lucas Birth dolía aún más, dolía por eso que había querido pero que jamás tendría, por ese tal vez pudo pasar, pero lo perdí por haberme ido.
Lucas era hijo de Lumilda Parisi y de Samuel Birth, nos habíamos hecho amigos desde que tenía uso de razón, mi amistad con él era muy cercana, era mi mejor amigo, aunque yo lo he querido desde siempre, a cambio de Mel que no convive mucho con él, lo tomaba como una norma de mejores amigas, sabía que estaba enamorada de él y ella nos daba el espacio para que pueda enamorarlo, para que entre nosotros surgiera algo.
Pero bueno, supongo que eso ya no importa, al fin de cuentas yo me iría, ya no vería a Lucas y tampoco era como si pudiera hacer algo para evitarlo.
Cuando menos lo espere estaba dejando mi vida en el rancho para ir a la ciudad del pecado, mi hermana y yo estábamos devastadas, pero debíamos seguir adelante.
Lo que no esperábamos era que nuestra vida cambiara rápidamente, la salud de mi abuela se complicó, mi hermana discutió con Ethan y bueno mis padres parecían dos desconocidos a punto de matarse.
Lo cual me parecía demasiado irreal, ellos siempre se habían amado con locura, nunca discutían y cuando lo hacían no era frente a nosotras, pero ahora parecía que eso no les importaba, como esta tarde, llegue de la escuela y mis padres estaban discutiendo en medio de la sala, sus gritos se escuchaban hasta la calle, por lo que me anticipe desde antes de entrar sobre lo que estaba pasando en casa.
Me detuve frente a la puerta mientras ellos discutían y mi abuela los miraba con una sonrisa como si esto fuera agradable para ella, aprete mi mochila intentando no centrarme en los gritos
—Estoy cansada de esto, si no quieres quedarte más tiempo entonces vete— menciono mi madre y mi padre suspiro
—No es eso Paula lo sabes bien— menciono mi padre frustrado
—Lo mejor es que nos divorciemos entonces, te quitas todos los problemas en que te hemos metido, dame el divorcio y terminemos con esto— mi madre miro a mi padre molesta, pero sabía que estaba triste por lo que acaba de decir, por mi parte solo jadee sorprendida y tuve que irme, deje mi mochila en el piso y salí de la casa sin importarme la hora.
Mi hermana no estaba en casa, había ido a buscar a Ethan para aclarar sus diferencias y yo no podía soportar más tiempo estando en casa mientras mis padres hablan de divorcio.
Camine sin rumbo aparente durante lo que parecían horas, la noche comenzó a caer y la llamada entrante de mi madre me saco de mis pensamientos, me detuve cercas de un parque que estaba cercas del centro de la ciudad pero que estaba un poco deshabitado, casi no había personas, solo unas pocas que pasaban de largo y los autos que lo rodeaban.
—Hola mamá— respondí a la llamada intentando no sonar triste, ella no merecía saber que yo había escuchado todo, no quería preocuparlos
—Hay mi amor, gracias a Dios contestas, ¿Dónde estás? Es un poco tarde, vi tu mochila en casa, ¿Pasa algo? — pregunto y yo sonreí
—Estoy bien mamá, solo tenía que ir a comprar un material para la escuela, estoy cercas del centro, pero regresaré a casa en unos minutos mamá— mencioné y luego cerré los ojos— Mamá.... ¿Tú y papá están bien verdad? — pregunte y ella se quedó en silencio un momento
—Claro hija, sabes que amo a tu padre, tal vez las cosas estén complicadas ahora, pero lo superaremos, por favor regresa a casa pronto, te esperamos para cenar, te amo hija— menciono y yo sonreí
—Yo también te amo mamá, te veo en un rato— terminé la llamada y guardé mi móvil en la bolsa de mi sudadera
Estaba dispuesta a irme a casa, pero un escalofrío me recorrió la espalda al momento en que una camioneta blanca sin placas se detenía frente a mí, mi instinto de supervivencia me grito corre y solo pude activarlo cuando un grupo de 3 hombres bajaron de la camioneta con el rostro cubierto con un pasamontaña.
No lo pensé más, corrí en dirección opuesta al centro, los hombres me siguieron, yo era un poco más pequeña y por lo tanto corría más rápido, pero ellos eran más robustos, pesados y a pesar de que no corrían al mismo ritmo que yo, ellos tenían dos ventajas
Uno, ellos tenían una camioneta siguiéndome de cercas y dos porque ellos conocían la ciudad mejor que yo.
Tome mi móvil con fuerza mientras pulsaba el botón de llamada de emergencia el cual era el número de mi hermana, ella contesto al instante y le resumí un poco lo que estaba pasando mientras corría sin rumbo
Estaba buscando una salida como mi hermana me lo pidió, unos locales aparecieron enfrente de mí y no dude en correr hasta ellos, pero la mayoría estaban cerrados, cuando entre en mi última opción, busque un poco de ayuda, pero estaba vacío, corrí hasta el mostrador donde había un hombre sentado detrás de el
—Por favor necesito ayuda me están siguiendo yo.... — no me dio tiempo de decir nada, una mano agarro mi cabello y me arrastró afuera del local haciéndome gritar, el hombre al que acudí para que me ayudara solo me miró antes de regresar la mirada a sus documentos como si yo no hubiera llegado.
—Ven aquí maldita zorra— la voz del hombre llego mientras me empujaba a un callejón oscuro y caía sobre el piso, los otros dos hombres se acercan a mí y tomaron mis manos deteniéndolas sobre mi cabeza
—Es tan pequeña, pido ser el primero en estrenarla— menciono otro de los mientras se desabrochaba el cinturón
—Ni se te ocurra, yo la atrape, me toca ser el primero, quiero sentir como se desgarra mientras me hundo en lo más profundo de su ser— tomo mis tobillos y mis vagos esfuerzos de lugar se fueron al carajo cuando su mano tocó mi centro
—Es solo una niña— menciono el hombre que me detenía las manos
—Por favor yo no hice nada, por favor déjenme ir— mencioné sin poder controlar mis sollozos
—Me voy a encargar de que no me olvides cuando otro hombre te toqué— sentí como me bajaban el pantalón mientras me detenían las piernas
Cerré los ojos intentando pensar en otra cosa, quería morirme en este momento, no podía soportarlo.
Me paralice cuando la asquerosa boca del hombre toco mi centro con su lengua, mis gritos pidiendo ayuda se vieron ahogados cuando el tipo tapo mi boca con su asquerosa mano
—Ya basta, no puedes tocarla hasta que den las órdenes correspondientes— menciono otro hombre haciendo que los demás se alejaran de mi pero no me soltaron por completo, solo me mantenían inmóvil mientras seguía llorando.
—Yo no hice nada, ¿Porque me hace esto? — pregunté entre sollozos y el hombre sonrió, llevaba un pasamontaña, pero aun así pude ver su macabra sonrisa
—Fueron ordenes de alguien superior nena, pero no pueden tocarte, si las cosas no salen como lo planeamos, tu terminaras por quedar más que sucia y asquerosa antes de que te cases con ese viejo panzón al que te terminarán casando— saco una navaja de su bolsillo— Me aseguraré de que lo recuerdes y cuando llegue el momento, volveremos por ti— poso su navaja en mi brazo inmóvil e hizo un corte un poco profundo haciéndome gritar
—No me olvides nena, sabes increíble— menciono el idiota que me toco y dejo un beso en mi vientre antes de irse
Me quede sola en ese callejón mientras yo me ponía de pie y me acomodaba la ropa sintiéndome sucia, rota y completamente perdida.
Me quité la pañoleta qué llevaba en mi cabello y la puse sobre mi brazo donde tenía el corte y salí corriendo en dirección a mi casa
A partir de este momento, sabía que mi vida cambiaría para siempre, ahora estaba rota, estaba sucia y nadie merecía tener a una mujer con un pasado manchado, tenía 14 años y ahora mi mundo estaba marcado para siempre