La Bacanal

El sitio era impresionante, la temática era la Antigua Grecia con un toque colorido y plástico. El salón principal se orientaba hacia un escenario en el que había un DJ vestido con una toga, había dos filas de columnas jónicas y mesas con bebidas ilimitadas. Ni siquiera se podía apreciar bien qué había más allá de ahí, en la oscuridad era difícil vislumbrar algo más que un par de pasillos y las escaleras hacia el piso de arriba. En cuanto los sacerdotes y sacerdotisas aparecimos en el salón, el DJ paró la música que estaba sonando bruscamente y nos puso la melodía rítmica pero poco reconocible que necesitaba nuestra entrada épica. —Bañados en oro, han llegado los sacerdotes y sacerdotisas de esta bacanal.— anunció por los altavoces. Los invitados se volvieron hacia nosotros, era imposible fijarse en cada persona, pero no parecían tener nada en común. Unas cuantas miradas lascivas después, volvieron a lo que estaban haciendo y la música