Termino las reuniones pactadas en mi agenda con los corporativos que maneja mi padre y firmo con dos nuevos patrocinios que se han interesado por mi “vida amorosa” el solo hecho de que me relacionen con Milenka Hidalgo me pone a hervir. Ella no solo es la hija del hombre que odia mi padre…aunque, a veces me pregunto ¿Por qué el odio? Si recuerdo levemente cómo me la encontraba en varias ocasiones en las carreras de Gran Premio. Una sonrisa tonta aparece en mis comisuras cuando me doy cuenta de que había caído en la trampa de esos enormes e hipnotizantes ojos azules…¿Cómo no pude reconocerlos cuando los tuve al frente de mí de nuevo? Esos mismos ojos que lloraron del susto por aquel mapache que quería atacarla mientras estaba a solas escondiéndose en el estacionamiento. Niego con la cabeza