Ezra Hamilton Aprieto mis dientes, ante los océanos intensos que me observan desde abajo, en un punto de vista demasiado lascivo, es dominante y embriagador, provocando que mis latidos se intensifiquen, ardiendo en mi pecho. Remojo mis labios, sintiendo cómo Ginebra, aprieta mi m*****o a través de la tela, este, palpita con ganas de sentirla por completo. Pestañeo, desconcertado por lo que está provocando en mí esta chiquilla, ¿cómo es posible que pueda hacerme esto? Si acaso ¿qué está provocando en mí? Poso mi mano en su quijada, acariciando su mejilla con mi pulgar, hasta sus labios, tiro del inferior, observándose tan excitante «demonios, ¿qué está haciendo conmigo?» ─¿Me darás lo que te estoy pidiendo? ─Cuestiona, ante mis pocas palabras. Paso saliva, respirando con dificultad. Lo