Me quedo con la mirada helada de mi padre quien frunce sus labios ante mi pregunta, como si no quisiera responderme a lo que acabo de preguntar…tal vez piensa que ha sido un error. Dejo salir un resoplo observando cómo un sujeto de traje que se encontraba sentado en una esquina de la mesa ovalada; se levanta ante mi pregunta y llama la atención de todos.
Aclara su garganta y acomoda sus lentes de pasta oscuros.
─Es un placer conocerla finalmente, señorita Morat, soy el abogado principal del Grupo Birken y tengo conocimiento de la condición estipulada por su madre, antes de su fatídica muerte ─acota de repente. Abro los ojos con sobresalto y mi padre reacciona con molestia por eso─. Todo fue notariado, esto quiere decir que los deseos y peticiones de la antigua heredera principal del Grupo Birken, deben cumplirse de mano con las leyes pertinentes que lo avalan. Por eso…
─Esto es una estúpidez ─espeta Marla mientras escucha lo que dice el abogado.
─Prosiga por favor ─pido, realmente interesada.
Él asiente aclarando su garganta.
─Esto ocurrirá siempre y cuando usted cumpla con los requisitos del testamento y reclamará legítimamente su herencia ─anuncia, los rostros de mi padre y madrastra se ensombrecen. Pensaron que nunca llegarían a saber de la cláusula o que estaría interesada en quitarles la empresa.
─Esperen…También indica que debo de estipular el tiempo ─espeta molesto mi padre encarando con desespero al abogado.
Arrugo mi entrecejo y este sujeto asiente.
─Tiene razón, como ex esposo y padre biológico, la señora Ferrara dejó en claro que usted indicaría el plazo en que ella tendrá que cumplir con dicho requisito, una vez, se inicie el proceso ─explica el abogado de manera sincera. «No me gusta eso» pienso, sé que me colocarán trabas, pero haré lo imposible para lograrlo.
Asiento tomando una bocanada de aire para estirar mi brazo hacia el abogado, le ofrezco mi mano y él se sorprende cuando le doy una sonrisa tenue.
─Entonces me casaré lo antes posible para hacerme cargo de Grupo Birken, espero y usted me ayude con el caso ─comento, el abogado me recibe la mano clavándome sus ojos oscuros.
─Será un placer ayudarla a tramitar los documentos pertinentes y a llevar el caso, soy Gustav Sanz ─dice y suelto su mano.
De repente Marla suelta una carcajada burlona, la encaro con odio.
─¡Ja! ¿Qué idiota se enamorará de una perra desgraciada? Además ¿Quién querrá casarse contigo? Eres una madre soltera que no sabe de quién es su hijo, y que está podrida por dentro…sí, Valeria, supimos que perdiste un bebé en el parto. Te seguimos el rastro hasta que escapaste con tu hijo, te hacíamos muerta en risco ─suelta de repente de manera cruel. Mis ojos se cristalizan como madre; mi corazón sigue débil al pensar en la muerte de mi bebé, me duele como si hubiera ocurrido recién.
Aprieto mis puños encarándola.
─Maldita… ─gruño sin poder contenerme más «¿Quién aguanta tantos insultos malvados sin poder reaccionar?» Solo Marla tiene que agradecer que no me bajaré a su asqueroso nivel, porque estaría golpeándola en el suelo.
Ella reacciona ante mi insulto, pero mi padre la detiene mirándome con sus ojos azules y fríos.
─Te daré tres días. Si no te casas en ese tiempo estipulado, perderás el derecho de heredar la empresa, así que, cuando eso suceda seré el único candidato que encabezará para convertirme en sucesor…Grupo Birken será mío y no tendrá nada que ver contigo o tu difunta madre ─dice en un tono muy serio, abro los ojos al escuchar el tiempo…tres días «Eso es imposible» pienso viendo la sonrisa de satisfacción de Marla y la de mi padre, ellos piensan que no podré, y comienzo a pensar de la misma manera.
Paso la lengua por mis mejillas internas, negando con la cabeza.
─Se supone que eres mi padre, pero actúas como mi enemigo ¿Si acaso queda algo de amor en tu corazón para mí? ─Digo encarándolo. Estoy tan decepcionada.
─Te amé, pero en este momento amo más mi nueva familia y esta empresa. Fuiste mi hija, solo eso…ya que te hacía muerta hace cinco años atrás. Así que, ya no tengo hija biológica, Valeria Morat murió para mí con el recuerdo de mi ex esposa ─acota con más frialdad que antes.
Las lágrimas se me deslizan por las mejillas, pero mi rostro se queda serio mirando los monstruos que se posan al frente de mí, a quiénes consideré mi familia.
─Eres una basura de persona ─gruño enojada.
─Piensa lo que quieras, tienes tres putos días ─espeta levantando su mentón.
─Bien, prepárate para recoger tus mierdas de mi oficina, porque juré vengarme algún día y ha llegado el momento…los dos se arrepentirán ─advierto sintiendo a mi corazón latir con fuerza mientras maquino una y otra vez: “¿Cómo haré?”
Le entrego mi tarjeta de presentación al abogado quien me acompaña a la salida de la sala cuando se perpetua el silencio. Da por iniciado el proceso, él se encargará de tener todos los documentos listos y me da aliento para que cumpla con el requisito. Llego a la sala de descanso del edificio, mi pierna se mueve de arriba abajo mientras miro el café al frente de mí.
La rabia en mi interior no me deja pensar con claridad.
─Debería de llamar a mis ex ─menciono para mí, pero, declino eso…todos me enviarían al infierno. Tengo que buscar uno que esté listo para casarse y me acepte con todo y mi hijo que tiene un padre el cual desconozco su identidad.
Si mi plan falla y se me acaba el tiempo ¿Qué haré? Me cuestiono, sosteniendo mi cabeza.
De repente alguien se sienta al frente de mí, levanto la mirada para encontrarme con los ojos avellanas de Jade, tiene una sonrisa enorme y me sorprende verla en este lugar.
─¡¿Qué haces aquí?! ─Pregunto emocionada para levantarme y abrazarla con fuerza.
─No podía dejar sola a mi mejor amiga, además…volver a la ciudad donde sucedió todo me hizo pensar que necesitas de mi compañía ¿Me tienes buenas noticias? ─Dice y dejo salir un suspiro, invitándola a sentarse.
─Será mejor que pidas unos Cosmopolitan ─propongo.
─¿Tan grave es? ─Cuestiona alzando su brazo para pedirle el camarero que sirva dos cocteles. Suelto un resoplido para comenzar a explicarle todo a detalle.
─¡Esos malditos! ─Gruñe en cuanto termino. Sostengo el Cosmopolitan bebiéndolo por completo.
─Eso mismo dije ─espeto quedándome sin ideas para conseguir un esposo─. ¿Conoces a algún empresario que se quiera casar conmigo? ─Digo con una sonrisa cansada.
─Muchos se quieren casar contigo, solo que, dentro de la sociedad es todo un proceso…es un negocio oscuro ─expresa y ruedo los ojos.
─Tendré que buscar un vagabundo y casarme con él ─espeto ya rindiéndome.
─¡No digas eso! ─Suelta sacando su celular de su lujoso bolso Hermes. Arrugo mi cejo mirándola en su concentración.
─¿Qué haces?
─Estoy creándote un perfil en una aplicación dónde hombres y mujeres buscan con quién casarse, tal vez haya un desperado como tú en este lugar ─dice con una sonrisa.
─Gracias por lo de: “desesperada” ─comento y ella ríe.
─No te desanimes, eres Valeria Morat, una Diosa inteligente de ojos celestes. Encontrarás un esposo en menos de lo que canta un gallo…creo que así se dice ─declara apuntándome con la cámara de su celular─. Dame una buena pose, seduce a la cámara ─acota y le hago caso en medio de risas.
Alza su copa con la mía y bebemos unos Cosmopolitan más. De repente mi celular suena con una notificación, arrugo mi cejo al ver que quien me envía un mensaje es Akim Baker…mi ex prometido.
─¿Qué sucede? ─Pregunta Jade.
─Akim me envió un mensaje, invitándome a un concierto ¿Cómo supo que estaba en la ciudad? ─Digo encarándola. Ella encoje los hombros y es muy mala mintiendo─. ¡Jade! ─Exclamo al darme cuenta que fue ella.
─Al parecer no está casado con la odiosa de tu hermanastra y hace unos minutos le notifiqué que estabas en la ciudad…acepta, tienes que vivir, eres madre al cien por ciento y Zayn te lo agradecerá cuando sea grande ─expresa bebiéndose su coctel. Se levanta de un salto.
─Estoy con Zayn, no puedo simplemente irme a un concierto…
─Lo cuidaré por ti, soy su tía madrina favorita y la única ─propone con seguridad─. Vive, Valeria. Lo que tenías con Akim no tuvo un cierre y ve a menear un poco el trasero, quien quita y un folleteo te ayude a liberar al estrés ─menciona al ver mi rostro renuente.
Dejo salir un resoplo levantándome del asiento.
─Eres un peligro con ese celular ─digo y ella ríe─. Gracias, Jade ─comento con sinceridad.
─Soy la mejor, lo sé ─declara meneando su cabellera.
─Lo digo en serio, por todo, no estaría viva si no fuera por…
─También te quiero, ahora vamos a tu hotel, escogeré un lindo atuendo para ti y te despedirás del revoltoso de Zayn ─interviene, asiento dándole una sonrisa para entrelazar su brazo. Ella paga los tragos con la tarjeta azabache de la familia Harrison y nos subimos al auto que nos esperaba a las afueras del edificio, su guardaespaldas Gideon la admira como siempre, como si fuera la única mujer en el planeta tierra.
**
Unas horas después…
Me inclino hacia Zayn para llenar su rostro de besos mientras él ríe.
─Pareces princesa mami ─menciona con dulzura.
─Gracias mi pequeño príncipe ─digo alzándolo en mis brazos para abrazarlo con fuerza.
─Ya deberías de irte, Gideon te llevará al lugar ─comenta Jade apresurada al ver la hora.
─Te amo ¿Ok? No hagas que la tía Jade se vuelva loca y no estés saltando en las camas pensando que vuelas ─expreso al pequeño de ojos azules.
Él asiente y espero que no enloquezca más a mi amiga. Nunca habían estado solos tanto tiempo. Dejo a Zayn en el suelo para mirar a Jade.
─Ya vete, no te preocupes, Zayn y yo hacemos un buen equipo…pediremos papas fritas, hamburguesas y veremos películas hasta dormir ─expresa.
─No les des dulces, luego se cree Superman y no podrás con él ─digo, ella me hace una seña militar burlona y beso su mejilla para ser empujada por ella hacia la puerta de la habitación de hotel.
Bajo del ascensor y busco con mi mirada a Gideon en la recepción. Alzo mi brazo cuando él me ve. De repente; el mismo hombre que perturbó mis sentidos aparece con su traje de tres piezas, se denota imponente y mis sentidos parecen alterarse. Camina como si flotara y tiene una mano metida en el bolsillo «Ya dos veces es mucha casualidad» él pasea sus ojos por mí y luego los retira ignorándome por completo. Me quedo sin habla mientras que él parece ni inmutarse por mi presencia. «Idiota egocéntrico» pienso y sigo mi camino para verle subir a un auto que le esperaba.
Gideon me saluda.
─¿Todo bien? ─Pregunta, pestañeo ya que aquel hombre me había enviado a flotar en órbita nuevamente. Asiento subiéndome al auto.
Miro la pantalla de mi celular para leer el último mensaje de Akim, donde dice esperarme con ansias. Él se convirtió en un empresario e inversor de renombre, está comenzando con el negocio de la música, representando a una banda nueva que parece ya sonar en las estaciones de radio. Me ha invitado a uno de los conciertos más importantes ya que será en un lugar importante para los artistas, comienzo a cuestionarme qué conseguiré de todo esto.
**
El auto se detiene, y bajo de él despidiéndome de Gideon quien me pasará a buscar cuando culmine el concierto. Camino a la entrada donde están amontonadas las personas y el de seguridad pregunta por mi boleto, le muestro mi pantalla donde está la foto que me envió Akim con el QR y me dejan entrar al área VIP del lugar.
Me introduzco entre las personas el olor a tabaco, alcohol y perfume inundan mis fosas nasales y comienzo a respirar con exaspero. Mi corazón se acelera en un estallido cuando la tarima se ilumina de luces y la música empieza a sonar con fuerza. Leo el nombre en las pantallas led “The Blackstone” el vocalista se posa al frente del micrófono y el baterista golpea la batería.
No puedo explicar lo que está sintiendo mi cuerpo en este momento, son tantas emociones juntas y me siento como una adolescente observando a sus músicos favoritos. Una sonrisa se plasma en mis comisuras y la música inunda el lugar con letras lascivas, las tonadas son sensuales y muy sugestivas. Todos a mi alrededor las corean con tanta emoción y podría jurar que es como si ellos lanzaran feromonas porque me comienzo a calentar. Mi pecho sube y baja provocándome jadeos, deslizo mi vista a una mirada que me observa de lejos para encontrarme con los ojos verdes de Akim, quien tiene una cámara en sus manos, con una sonrisa seductora la apunta hacia mí. «Los años le sentaron bien» pienso, al verle con la piel dorada, buenos músculos y con el aspecto tan atractivo.
Recojo mi cabello por el calor y me quito la chamarra atándola en mi cintura para cubrir un poco el short de mezclilla que me obligó a colocarme Jade, bajo la vista a mis pechos que se denotan más voluptuosos por la blusa, también por el sudor que se desliza entre ellos.
Puedo sentir la tensión que se crea entre nosotros, como si las personas a mi alrededor se silenciaran, remojo mis labios y comienzo a bailar al ritmo de la canción que tocan sin que Akim me deje de mirar.
El concierto culmina y él envía a los de seguridad para que me lleven detrás de los telones, donde se encuentran los camerinos. Camino con el corazón palpitando con fuerza y detengo mis pies cuando su figura se interpone en mi camino.
─Pueden irse, está bien, chicos ─anuncia a sus hombres que se retiran dejándonos a solas.
─Buen concierto ─digo con sinceridad.
─Buen short ─menciona y bajo la mirada con torpeza para verlos; rasgados y cortos─. Me alegra escuchar que te gustó, estamos por firmar con una disquera de las mejores del momento ─habla, acercándose a mí.
─Felicidades, veo que has madurado ─comento al recordar el hombre inmaduro que solía ser, solo iba de fiesta y no le importaba nada.
Akim sonríe y su sonrisa remueve cosas en mi interior, arrugo mi cejo por eso. Quizá es porque no he tenido sexo desde hace un tiempo, pero me encuentro excitada de alguna manera. Su cuerpo se detiene a un centímetro del mí y sus ojos escanean mi rostro, muerde su labio inferior cuando desliza su índice por mis clavículas sudorosas y mi pecho se mueve por mis respiraciones.
─Estás tan hermosa, tus ojos celestes siguen siendo la perdición para cualquier hombre y tu cabello azabache y espeso me pone la polla durísima ─manifiesta provocándome un jadeo.
─Lastima que nunca pudiste meterla dentro de mí ─digo con ironía.
─No hablemos del pasado…deseo el presente ─gruñe sosteniendo con su mano mi mandíbula para presionar sus labios en los míos con ímpetu. Empuja mi cuerpo contra unas columnas de hierro y supongo que estamos tras bambalinas, ocultos en la sombra y su beso es más feroz, es ardiente y mi coño palpita por eso─. Extrañaba esto, mierda ─espeta excitado para bajar su mano a mis pechos, los aprieta haciéndome gemir
─Están más grandes y tu trasero también, tienes unas curvas tan lujuriosas ─jadea en mis labios y sigue bajando su mano hasta encontrarse con el bordillo de mi short que desabotona, este cae a mis pies para mostrarle mi calzón de encaje que se humedeció en la entrepierna. Akim aparta la tela metiendo su mano y sus dedos tantean mi coño tropezándose con la humedad.
Gimo enterrando mis dedos en su cabello castaño claro «Esta no soy yo» pienso, pero no me detengo ni me pongo a procesar la situación, solo siento.
─Akim… ─gimo al sentir sus dedos en mi interior, escucho el chapoteo que provocan los movimientos de sus dedos en mi coño y él baja mi blusa junto a mi corpiño liberando mis tetas que rebotan con el arrebato para inclinarse y chupar mis pezones.
─Deliciosa como siempre, Diosa como siempre ─declara con excitación.
─Fóllame ─pido, él rompe mi calzón y suelto un gemido por eso. Se lo coloca en el bolsillo trasero de su pantalón para bajarse el cierre y liberar la polla que recuerdo él intentó meterme hasta el fondo de mi garganta muchas veces diciéndome: “Eres una virgen, pero no una santa”
Me percato de repente que palpa la delgada cicatriz casi no visible en mi monte de venus.
─Supe lo de tu embarazo…
─Cállate y no arruines el momento ─espeto antes de que flaquee y me deje frustrada. Él asiente y me da la vuelta empujándome de frente contra la columna de hierro en la cual me sostengo. Separa mis nalgas y esponjo mi trasero para sentir cómo se abre camino con su polla endurecida en mi canal desde atrás.
Súbitamente me embiste con fuerza y suelto un gemido. Los embates tienen un ritmo normal y estoy mojada, pero…algo no me deja alcanzar el orgasmo. Cierro los ojos apretándolos con fuerza y de repente; aparece la figura de aquel hombre, recuerdo todo lo que sentí al verle, todo cambia en un instante. Me vuelvo una posesa excitada queriendo embates más fuertes y las imágenes de ese hombre dándome desde atrás, me ponen en demasía.
─Dios…Val, ya no eres la virgen que conocí ─espeta sorprendido ya que, muevo mi cadera pidiéndole más potencia mientras mis gemidos florecen desesperantes.
Y lo consigo, el orgasmo me avasalla con espasmos que ponen a temblar mis piernas y mi coño apresa su polla dentro de mí.
─Estoy con la inyección anticonceptiva ─informo y eso, le pone más a él.
**
Termino de acomodarme la ropa y coloco mis ojos en Akim que tiene aún su respiración acelerada. Aparece una sonrisa en sus comisuras.
─Te necesito para algo ─comento sin anestesia llamando su atención, alza una ceja.
─¿No te pareció suficiente? No tengo problema en repetir ─dice y niego con la cabeza deteniéndole con mi mano en su pecho. Arruga su cejo─. ¿Es por dinero? ─Cuestiona.
─¡No! ─Suelto ofendida─. Necesito casarme para obtener algo y pensé que tú…
─Estoy comprometido con tu hermana.
─Hermanastra ─gruño enojada. «Maldición»
─Mi familia tiene un trato con la tuya.
─¿Por qué no te has casado en todo este tiempo? ─Inquiero apartándome de él. Me siento una tonta que se dejó llevar por la frustración.
─Lo he estado evitando, Val, no te enojes conmigo ─dice intentando sostener mi brazo. Me zafo y camino en busca de la salida.
─¡Debiste de decírmelo! ─Grito enfurecida.
─¡No lo preguntaste! Apareciste vestida así, viéndote tan sexy que no pude pensar en otra cosa que follarte ─manifiesta sosteniendo mi brazo y girándome para encararlo─. Pensé que querías lo mismo, ese orgasmo me hizo pensar eso ─agrega «Si supieras» pienso─. ¿Eso es todo, ya no quieres saber de mí? ¿Ya no te sirvo? ─Pregunta ante mi silencio.
─Tengo que irme ─gruño.
─¿Con quién piensas casarte? ─Pregunta insistiendo.
─Eso no te interesa, ve con Alice. La maldita esa siempre obtiene todo lo que se supone era mío ─digo enervada con la sangre hirviendo.
─Val…tú siempre fuiste primero ─comenta y no lo creo así, nadie me escoge de primero, no soy la prioridad de nadie y todo el mundo busca joderme.
Mis ojos se escuecen y niego con la cabeza corriendo a la salida. Empujo la puerta y me abrazo a mí misma por el frío que palpa mi piel, desanudo la chaqueta de mi cadera para colocármela y detengo mis pies cuando observo el auto de Gideon.
─Señorita Val…
─Gideon, llévame rápido al hotel, por favor ─pido, él me abre la puerta y me introduzco.
No puedo evitar llorar de la impotencia, eso hago, todo se aflora y recuerdo los malos tratos de Marla, los de mi padre, la maldad de Alicia y que siempre caigo como una tonta.
**
Al cruzar la puerta de la habitación veo a Zayn acostado a un lado de Jade, quien parece cansada. Noto que hay envolturas de dulces en el suelo y esbozo una sonrisa negando con la cabeza, seguramente le dio mucha batalla. Con cuidado entro al baño dándome una ducha rápida para quitarme el olor de Akim de la piel.
Paso mi mano por el espejo empañado y veo mis ojos.
─No te escuché llegar ─dice Jade con un bostezo sobresaltándome─. ¿Ocurrió algo malo? Dime por favor que te dio una buena follada, porque se nota malo en el sexo ─dice acercándose a mí.
─Se va a casar con Alice ─espeto sin más.
Jade de una vez lo deduce y me abraza.
─Tranquila, igual es un idiota sin bolas para enfrentarse en contra de su familia. Nunca lo hizo por ti y él siempre lo supo, lo de tu embarazo ─expresa y tiene razón…no me buscó.
─Conseguiré a alguien más, no puedo dejarles la empresa a esos cuervos ─murmuro estresada.
─Aún es temprano ─comenta llamando mi atención. Arrugo mi cejo.
─Quedan menos de tres días.
─No hablo de eso, tienes una cita con un hombre del aplicativo. Es una cita a ciegas así que…esperemos sea guapo, pero, se quiere casar con la misma urgencia que tú y no le importa que tengas un hijo ─habla rápidamente, pestañeo para recibir la información─. Luego me agradeces, ahora colócate un lindo vestido, baja al restaurante y pide la mesa número ocho ─dice y no me creo lo que hace esta chica por mí.
─Gracias, Jade, yo…
─Ve, y consíguelo, recuerda quién eres ─declara alentándome. Le doy una sonrisa dando un asentimiento.
**
Dejo salir un resoplido mientras camino a la mesa número ocho, me siento y espero con el corazón latiendo. No sé por qué razón estoy nerviosa, solo espero, no sea algún imbécil.
Algo inesperadamente me incita a levantar los ojos al frente, para ver la figura imponente que camina hacia mi mesa. Las fibras de mi cuerpo reaccionan con intensidad y mi pulso se dispara. Siento cómo mis mejillas se calientan y vislumbro esos ojos azules tan excitantes que me dejan sin un aliento. Lleva un traje de dos piezas esta vez de un color oscuro; la sombra de su barba, el cabello azabache brillante y esos labios finos «Maldición» pienso, pasando saliva.
Él se detiene al verme mejor, y arruga su entrecejo con cierta molestia.
─Esto debe de ser una maldita broma ─gruñe de repente, y no sé cómo sentirme con eso.