Un año después, de la trampa de Cobra… Termino de colocarme la camisa, para escuchar cómo mi hermano Flavio, abre las puertas de mi oficina o mejor dicho, de mis aposentos, mi lugar donde mis fantasías más turbias son expresadas. Dejo mi puro a medio consumir, en su cenicero. Para encarar los ojos de él, quien trae un portátil en sus manos. La posa encima de mi escritorio, llamando mi atención. ─Te traje la información…podemos armar un plan, el SAMC es muy meticuloso, por eso hemos tardado, pero es hora, hermano ─menciona, sonriendo. Arrugo mi cejo, sentándome en mi trono, al frente de la pantalla y comienza a presionar una de las teclas, mostrándome fotografías de todos los agentes que nos atacaron esa noche. Levanto levemente mi mano, deteniendo la foto de mi Cobra. Tan hermosa, sensu