Después de un intenso desahogo y más calmada me despido de Marie regresando a casa para ver a mi pequeño Max Emiliano.
No podía regresar a casa afectada, preocuparía a mis padres y en estos momentos papá tiene suficiente con su enfermedad.
Decirle a papá que había vuelto a ver al hombre que tanto daño me causo hace nueve años atrás y que se trataba del hijo del señor Benson sería desatar su ira podia ocasionar problemas en la función de las empresas y sobre todo en su salud.
“No puedo ocasionar eso”
La camioneta entra a nuestro residencial, estaciona frente a la casa y Simón me ayuda a bajar.
Al entrar a casa a la primera persona que me encuentro es a mamá en la sala de estar leyendo un libro, al escuchar mis tacones resonar levanta la mirada y sonríe.
—Hija, ¿Que tal todo? —Se levanta y lendoy un beso en la mejilla —. ¿Como te fue con los nuevos socios?
—Bien mamá, encontré algunos desajuste y tuve que discutirlo con el presidente de la empresa pero ya esta todo solucionado.
Coloca su mano en barbilla y me mira fijamente a los ojos.
—Puede que no te haya dado a luz de mi cariño pero te conozco perfectamente y se cuando esos ojitos están tristes —Le sonrió —¿Sucedió algo?.
A ella no le puedo ocultar ninguna tristeza, es mas que evidente.
—No pasa nada mami, solo estuve hablando con Marie y me puse algo melancolica es todo.
—Hable con ella ayer, quedo en venir el domingo almorzar con nosotros como recompensa de tenernos abandonados.
—Sabes que viaja muchísimo por su trabajo y por ver a su novio, así es ella —Escucho los gritos de Maxi y mi padre en el Jardín —. Iré con papá y Maxi.
—Adelantate cariño, le diré a Eva que ya puede ir poniendo la mesa para cenar.
Camina rumbo a la cocina, camino a la puerta que da al jardín y al hacerlo veo a mi padre jugar fútbol con Max Emiliano quien patea la gola y mete un gol.
—Goolllll —Grita entre saltos de alegría.
—Eso es campeón,así me gusta —Papá se acerca a el abrazandolo al verme sonríe —Hija, que bueno que llegaste.
—¡Mamá! —Maxi corre y lo recibo en mis brazos con un gran beso en su mejilla y cargadolo en mis brazos.
—¿Cómo está el hombre más importante de mi vida? —Besa mi mejilla —Ya me hacia falta tus besos mi príncipe.
—Mamá pasamos a eliminatorias, el otro jueves es el juego final ¿Tú, la tía Marié y los abuelos irán verdad?.
—Por supuesto que si, jamás no los perderíamos.
—Hija ¿Qué tal todo hoy?
—Papá di con alcunas irregularidades las cuáles el presidente no estuvo de acuerdo conmigo —Coloco a Maxi en el suelo —. Pero ya todo esta solucionado.
—Confío plenamente en todo lo que haces —Me abraza —. Ahora vamos a cenar antes que tu madre se enoje.
Maxi toma mi mano y entramos los tres a cenar con mamá, Maxi nos cuenta como estuvo el día en su colegio y lo pasado en su práctica de Fútbol.
Al terminar lo acompaño a su habitación em donde se da un baño, me enseña sus tareas ya hechas y luego se acuesta en su cama para quedar plácidamente dormido.
Le hago la señal de la cruz, dejo un beso en su frente y salgo de su habitación apagando todas las luces y dejándolo descansar.
Entro a mi habitación y también voy yo por un baño, al estar acostada en mi cama no puedo cerrar los ojos, al hacerlo solo veo el rostro de Edrick.
No puedo darle cabida nuevamente en mi mente, Edrick me lastimó demasiado y se que nunca le importe, bastó solo ver que no me reconoció hoy cuando estuvimos frente a frente.
“Debes sacarlo de tu mente como el lo hizo contigo”
Me digo esto a mi misma cayendo profundamente en el sueño, olvidado me de todo...
(...)
La mañana transcurre con tranquilidad, ayudo a Maxi arreglarse para el colegio, lo acompaño a desayunar con mis padres y luego de despedirme de el salgo al gimnasio para entrenar y luego de una hora y media de duro entrenamiento regreso a casa a darme un baño para ir a la oficina.
Me coloco un vestido de talle mediano sobre las rodillas de color n***o en la parte de abajo ,mientras que arriba es mitad blancoy mitad n***o con mangas largas del mismo color.
Busco unos tacones negros, unos pendientes de diamantes a juego con mi collar. Peinó mi cabello dejandolo suelto, me maquillo un poco y tomo mi cartera y mi portafolio saliendo de mi habitación.
A la salida me encuentro a mis padres, me despido de el y mamá.
Al salir de casa me encuentro a Simón.
—Buen día señorita ¿En que auto desea que la lleve hoy?.
—No hace falta que me lleves Simón , iré a la oficina sola —Asiente —. Mi cadillac por favor.
—Enseguida señorita.
Camina al garage, luego de unos minutos estaciona mi auto frente a mi, me despido de el y manejo rumbo a la oficina.
Luego de veinte minutos llego a la empresa, al llegar a los aparcamientos un seguridad me indica donde estacionarme.
—Esto son los estacionamientos de los jefes señora, aquí nosotros nos encargamos de cuidar sus autos.
—Muchas gracias.
Me estaciono tal y donde me indico, tomo mi bolso y mi portafolio . Al bajarme observo a mi lado estacionado un deportivo y ya se de quien se trata.
Suspiro, me despido de el y tomo el elevador del sótano marcando directamente el piso veinte.
Al abrir sus puertas salgo, mi teléfono suena y veo que es una llamada de Maxi.
-Hola mamá
-Hola amor ¿Qué sucede?
-Mamá Luke me invitó a jugar videojuegos a su casa ¿puedo ir?.
-Sabes mis condiciones Max.
-La mamá de Luke hablara con mis abuelos te prometo que cuando llegues a casa ya estaré ahi mami andale ¿si?
-Esta bien amor, te veo en casa para cenar.
-Te amo mamá
-Yo también te amo mi vida.
Cuelgo la llamada, guardo mi teléfono y al levantar la mirada me encuentro con la mirada fija de Edrick quien me mira serio junto a un Lucas.
Antes que de un paso el elevador pita y abre sus puertas detrás mío, al girarme me encuentro a el jefe de Marketing quien me mira con una sonrisa.
—Señorita Lombardo —Toma mi mano y deja un beso en ella —Es un placer verla nuevamente.
—Señor... —Trato de recordar su nombre pero no puedo.
—David Nodal, pero usted me puede llamar solo David —Me sonríe —. Seria un honor que me tratara de usted.
Observo su coquetería y evito a toda costa torser los ojos fastidiada por su comportamiento.
No me interesa ser pretendida por nadie en estos momentos y menos por alguien de esta oficina.
—Señor Nodal, fue un placer saludarle, con su permiso.
Camino bajo su atenta mirada a mi oficina, pasó a un lado de Edrick y Lucas sin musitar una palabra.
—Buenos días Luna.
—Buenos días señorita Lombardo —Se levanta de su asiento —. Ya tengo lista su asistente.
—Hazla pasar cuando gustes —Asiente marcando el teléfono.
Entró a mi oficina y cierro la puerta detrás mío.
Dejo mi portátil y mi bolso sobre mi escritorio, coloco mis manos sobre el y respiro profundo tratando de manejar la calma.
“Esto va ser más duro de lo que pensé”
Uno toques en la puerta me hacen retomar mi postura, tomo asiento en mi silla enciendo la Mac y suspiro.
—Adelante. —Digo en voz alta.
La puerta se abre y entra un Lucas cerrando la puerta a sus espaldas.
—Señorita Lombardo, buen día ante todo —Se para frente a mi extendiendome su mano y se la recibo —. Lamento molestarla pero creo que tenemos una charla pendiente.
—Usted me dirá —Le hago un gesto para que tome asiento.
— Creo que empezamos con el pie izquierdo debido a lo sucedido el día de ayer, luego de la reunión me tomé la tarea de investigar un poco sobre las empresas y en efecto todo lo que dijo es cierto por esa razón he tomado la decisión de cancelar nuestros contratos con ellos y buscar una nueva empresa que nos abastezca de nuevos materiales.
—Estoy de acuerdo , no podíamos seguir trabajando con ellos luego de todo tal y como dije.
—Respecto con el marketing es un tema que ya se toco con el señor Nodal y en unos días en una reunión con los socios presentará una nueva propuesta pero respecto a la contabilidad me dirá usted con que no esta satisfecha para discutirlo con usted y ponernos de acuerdo.
—No hace falta discutir lo de la contabilidad, creo que le debo una disculpa a usted —Me mira asombrado —. Luego de revisar más a fondo esta mañana los documentos me di cuenta que hace poco usted tomo el puesto de contabilidad y los números que no me cuadraban los manejaba otra persona.
—Así es, llegue a esta empresa a trabajar hace poco menos de tres meses por solicitud de el señor Benson, le puedo asegurar que en mis contabilidad nunca encontrara un error.
Me mira fijamente obligándome a desviar la mirada, garraspeo y observo los documentos en mi escritorio.
—Siendo así queda todo aclarado señor Cáceres, ahora si me lo permite necesito trabajar.
—Por su puesto —Se levanta y me vuelve a mirar fijamente —. Disculpe si soy atrevido pero siento que la he visto antes.
—Quizás en alguna revista, he vivido toda mi vida en Londres hasta hace poco señor Cáceres así que dudo que haya sido en otro lugar.
—Lo lamento, quizás es solo una confusión, con su permiso.
Asiento, camina a la salida y cuando abre la puerta veo a Luna junto a una chica, se hace a un lado dejándolas pasar cerrando la puerta a su salida.
—Señorita Lombardo ella es Valentina, su secretaria.
Luna me presenta a la chica, me levanto extendiendole la mano y se acerca a recibirmela.
—Valentina Banks —Me sonríe —. A sus ordenes señorita Lombardo.
—La dejo a su disposición, me retiro.
—Gracias Luna.
—A la orden.
Sale de mi oficina dejándome a solas con ella, la chica sostiene un Ipad en sus manos y me sonríe.
—Valentina ¿Eres nueva o ya trabajabas aquí?.
—Llevo un año trabajando en la empresa señorita, era secretaria del área de arquitectura pero luego me asignaron vice presidencia con usted.
—Bien, ¿Te puedo llamar Vale? —Asiente —. Bueno Vale solo necesito tu ayuda en cuanto a correos, los documentos que tenga que firmar de rutina y en las reuniones que tengamos.
—Entendido señorita.
—Puedes ir a tu puesto, si te necesito te llamo y gracias Vale.
—Gracias a usted señorita.
Sale de mi oficina, suspiro y empiezo a revisar algunos pendientes de las otras empresas de papá.
Estar a cargo de tantas empresas es agotador, sin embargo tengo a Bruce quien lleva toda la contabilidad y me mantiene al tanto de todo.
Recibo un mensaje de Bruce avisándome qur llega en un par de días para entregarnos cuentas de todo lo del cierre de mes, me dedico a revisar algunos documentos y correos.
El teléfono suena y lo tomo.
—Señorita Lombardo, el señor Benson solicita hablar con usted.
Mi corazón late a mil en cuestión de segundos y siento mis piernas temblar.
“Controlate Sara”
-Hagalo pasar Vale y gracias
-Si, señorita.
Cuelga la llamada, la puerta se abre y lo veo entrar con su gesto sereno.
Ha cambiado demasiado, su contextura es el doble de cuando eramos unos adolescentes, dejando ver sus musculos a través de su camisa, su cabello n***o luce más largo y mas rebelde que antes y los gestos de su cara se ven más masculinos y atractivos.
—Señor Benson en que le puedo servir —Musito lo más seria que puedo.
—Creo que usted y yo tenemos una charla pendiente respecto a lo sucedido ayer.
—Señor Benson, creo que deje todo claro ayer —Debo evitar estar cerca a el tanto tiempo —. No tenemos nada que charlar a mi parecer.
—Puede dejar de estar a la defensiva aunque sea unos minutos —Introduce las manos en sus bolsillos —. Somos los encargados de hacer que esta fusión entre las empresas de nuestros padres funcione, si no somos capaces de dialogar y llevarnos bien esto no sucederá.
—No tengo nada en contra de usted, le puedo aegurar que seremos capaces de dialogar y hacer que esto funcione siempre y cuando ambos estemos de acuerdo, le recuerdo que ya no solo sus ordenes valen, las mías también señor Benson.
—Estoy de acuerdo en ello señorita, ¿Sabe que no entiendo? Su actitud tan a defensiva conmigo, como si yo le hubiese hecho algo.
—¿Qué me puede haber hecho usted? —Respondo seria —. Es primera vez que nos vemos y si le molesta mi actitud pues lo siento siempre he sido así y siempre lo seré.
—Sabe su actitud me acuerda mucho a alguien —Musita mirándome a los ojos.
—No se ha quién le recuerde ni tampoco me interesa saberlo ahora si seria tan amable puede salir de mi oficina y dejarme trabajar.
Me mira unos segundos fijamente, niega y sale de mi oficina dejándome a solas con el corazón amenazando con salirse de mi pecho.
Algo sospecha eso me queda claro, tengo que estar preparada porque algo me dice que en cualquier momento va a destapar la verdad y debo estar lista para afrontarlo...