Yelena se sentó en la cama de golpe mientras sus ojos recorrían la habitación por completo, estaba sola y segura en un lugar que conocía muy bien, hubiera jurado que todo fue una nueva pesadilla si no tuviera puesto el vestido con el que salió y mientras que trataba de darle un sentido a lo que paso vio a William entrar con una bandeja en las manos. - Que bueno que despiertas.- sonrió dejándola sobre la mesita de noche. - ¿Qué paso? nos acorralo un lobo.- se asusto de verlo bien. - ¿Lobo? nada de eso, íbamos caminando cuando de la nada te desmayaste, a puras penas logre detenerte para que no te golpearas contra unas rocas.- se sentó en la orilla de la cama y paso unos mechones de cabello tras su oreja. - Creo que de verdad terminare encerrada en un sanatorio mental.- puso la mano en su