El trino de los pájaros hizo que Jimena abriera los ojos y se estirará en la cama como cada mañana quitándose la pereza del sueño, se sentía bastante descansada caso contrario a las dos noches pasadas que había estado teniendo constantes sueños sobre un desconocido que la llamaba por su nombre desde el balcón de su habitación, observo a su lado y noto que el lado de Yelena estaba vacío, tocó la cama y está estaba muy fría como si su hermana se hubiese levantado hace muchas horas atrás, se puso en pie y acomodó su bata antes de salir encontrándose con Alicia que llevaba unas toallas en sus brazos. - ¿Yelena ya está desayunando?- pregunto Jimena con una sonrisa esperanzada. - La señorita Yelena no ha bajado todavía, debería seguir en su habitación.- comento la mujer extrañada. - Dormimos