ADMES Reaparezco en uno de los blancos pasillos de la Agencia, acomodo mi saco y después camino a paso rápido hacia la oficina de Cupido, ignorando las miradas quisquillosas que me dedican un par de agentes que me encuentro en el camino. Tal parecía que ya la información de la situación vivenciada en la Tierra, había llegado hasta la agencia, en pequeñas palabras, el soplón de Aurelio estaba aquí. —¡Admes! —me detengo al escuchar un pequeño susurro llamándome desde un par de puertas atrás. Me giro y noto enseguida a Acacia sacando la cabeza por su puerta medio abierta. Me hace un gesto con su mirada para que me acerque y después desaparece adentro. Muerdo mi labio inferior mientras me dedico a mirar hacia dónde me dirigía, vacilando si ir u obedecer a Acacia. Al final dejo salir el air