La esclava más odiada del Rey

Danika se encogió de nuevo en su celda. Una celda fría y vacía. Lleva aquí una semana. Ella anhela el exterior, cualquier lugar. Cualquiera menos este espacio frío y estéril. En la esquina de la celda solo había una litera contra la pared. Había pasado una semana desde que había visto a su captor, caminó hacia ella mirándola fijamente con los ojos más fríos, que jamás había visto mientras le echaba la mano al cuello y le ponía el collar. Ella era su esclava, Su propiedad. Él la llamó y en ese momento un escalofrío recorrió el cuerpo de Danika, ella nunca había visto a alguien con un odio tan profundo en sus ojos. El rey Lucien la odiaba. Demasiado. Y Danika conoce la razón mejor que nadie. Ah, ¿cómo lo sabe ella? Hace una semana, ella era la princesa Danika. Hija del Rey del Cone de Mombana. Fue temido y respetado. Nadie se atrevió a mirarla dos veces. Nadie la miró a los ojos. Nadie recorrió el mismo camino que ella, a menos que no tengan aprecio a la vida. Su padre se aseguró de eso. Pero hoy, su padre estaba muerto y su reino fue tomado por el despiadado rey Lucien. También la había tomado como su esclavo De repente, el sonido de pasos arrastrados y cadenas llamó la atención de Danika a la puerta de la celda. La puerta se abrió y entró un guardaespaldas.. Llevaba una bandeja de comida y en ese momento el estómago de Danika empezó a roncar, el hambre la consumía al recordar que esta era su primera comida desde la mañana y ahora parecía estar oscureciendo. "Aquí está tu comida, priiiincesa." el guardia alargó la sílaba con disgusto. Todos aquí la odian y Danika lo sabe. Aun así ella levantó la barbilla desafiante, sin decir nada. "El rey estará aquí en unas horas. Prepárate para recibirlo". Él dijo antes de salir de la celda. El miedo se apoderó de ella. Todavía no está preparada para enfrentarse a su captor. Pero ha pasado una semana y Danika sabe que esto es inevitable. ** Dos horas después *** El sol estaba a punto de ponerse cuando Danika escuchó pasos. Seguido de un grito que anunciaba "EL REY HA LLEGAD…" "No me anuncies, Chad." Llegó una respuesta corta que hizo temblar a Danika. A lo largo de su vida, a lo largo de sus 21 años, nunca había escuchado una voz tan fría. "Perdóname, mi rey." Chad dijo rápidamente. Sonidos de cadenas ... y luego la puerta se abrió. Solo el rey había entrado, porque Danika escuchó solo un paso, casi inaudible. La puerta se cerró detrás de él. De repente, su celda fría y estéril ya no era tan ... estéril. Ella miró hacia arriba y lo miró fijamente, demostrando su propio odio por esa figura. Es tan grande como un guerrero, pero tiene el porte de un rey. Danika sabe que tiene treinta y cinco años ... y que es más grande que la vida misma. Incluso cuando era esclavo de su padre, esa aura real siempre estuvo presente a su alrededor, no importa cuanto fuera golpeado ... o torturado. Se miraron el uno al otro, la malicia entre ellos era manifiesta, evidente. Pero el rey Lucien no solo sintió odio ... fue repulsión. Odio e ira en sus formas más puras. No hay empatía en sus ojos. Su rostro podía ser tan hermoso, pero una enorme cicatriz recorría una de sus mejillas, dándole una mirada salvaje. Se acercó más, agachándose a su lado y pasando una mano por su cabello ... largo y rubio, casi blanco. De repente, la agarró y tiró de su cabello con fuerza, forzando su cabeza hacia atrás y obligándola a enfrentar el océano vacío que sus ojos representaban, el dolor ardía en su cuerpo. "Cuando llegue aquí, te dirigirás a mí. No te quedarás sentado como un cobarde mirándome o te castigaré por ello ". En ese momento sus ojos tenían un resplandor rojizo, "No hay nada en el mundo que me gustaría más que castigarte". Danika se encontró asintiendo. Sí, ella odiaba a ese hombre, su captor, pero más que eso, tenía una profunda aversión al dolor. A ella no le gusta el dolor y podría hacer cualquier cosa para evitarlo ... si es posible. "Sí… mi rey." Ella gimió. Sus ojos brillan con desprecio. De repente bajó la mano y lo colocó sobre su pecho apenas cubierto. Él rodeó el pezón a través de su ropa y luego lo pellizcó con tanta fuerza que Danika soltó un chillido cuando una ola de dolor recorrió su cuerpo. Él todavía apretaba su pezón con fuerza mientras la miraba a los ojos."No soy tu rey y nunca lo seré. Soy un rey para mi pueblo y tú no eres mi pueblo. Eres mi esclava, Danika. Mi propiedad". Danika asintió rápidamente, deseando que él soltara su dolorido pezón. Pero en cambio apretó aún más fuerte, con tanta fuerza que sus ojos lloraron. "Te dirigirás a mí como tu maestro, y me servirás al igual que mis sirvientes ... solo que más ". Sus labios se curvaron en una sonrisa salvaje, llena de odio. "Seguro que sabes cómo sirve una esclava a su amo. Después de todo, ¿tu padre te enseñó bien, ¿no?" "¡Si si!" Gritó, apretando los puños, "¡Por favor déjame ir!" La pellizcó ... fuerte. "¿Si o que?" "Sí ... M-Maestro." Lágrimas de rabia brotaron de sus ojos. Danika odia esta palabra más que cualquier otra cosa porque sabe cuánto es degradante. La soltó casi de inmediato y se alejó, su rostro carecía de cualquier emoción. De pie, rasgó su camisa en pedazos, dejando sus pechos desnudos y expuesta a sus fríos e insensibles ojos. Danika sintió que se le cerraba la garganta, conteniendo las lágrimas de humillación. Apretó su miserable falda en un esfuerzo por no ceder al impulso de cubrirse de él. Pero sus ojos no cambiaron en absoluto cuando vio su cuerpo. Ningún signo de deseo o lujuria, Nada. En cambio, sintió uno de sus pechos, el que ya tenía el pezón magullado y dolorido, y comenzó a acarícialo. "Levántate." Se puso de pie con las piernas temblorosas, mirando al suelo con los ojos borroso. "¡Chad!" Él gritó. Ella se congeló y trató de deshacerse de él para cubrir su desnudez, pero la mano que sujetaba su pecho comenzó apretarla, haciendo que se detuviera, a menos que quisiera arriesgarme a sufrir más dolor. "¿Su Majestad?" El hombre grande entró, mirando directamente a su Rey. “Mira bien a este esclavo, Chad. ¿Te gusta lo que ves?" Los ojos de Chad vagaron por todo su cuerpo, y Danika deseó que el suelo se abriera y la cubriera. Pero ella se mantuvo desafiante, mirando a Chad directamente a la cara. La lujuria llenó los ojos de Chad mientras la miraba con nostalgia. "¿Puedo jugar?" preguntó ansiosamente, "En otra ocasión. Fuera." Chad miró al rey de nuevo, y Danika se dio cuenta de que había algo en los ojos de ese hombre cuando enfrentó a su rey. No fue odio... no, definitivamente no fue odio. Pero ella todavía no podía entender esa mirada. Chad salió de la celda. "¡Guardias!" Llamó y no necesitó levantar la voz. Aparecieron dos guardias. "Si su Majestad." Sus ojos fríos todavía estaban fijos en ella. "Dile a los sirvientes que bañen a mi esclava tan pronto como termine aquí, límpiala y déjala en mi habitación en tres horas ". "Si su Majestad." Los guardias se mostraron reacios a irse mientras la miraban desnuda. Danika, a su vez, se centró en el rey, con ira y odio en sus ojos. lloroso. Y desafío en su postura. Finalmente le soltó el pecho. "Te haré tanto daño que vivirás y desearás el dolor. Te haré pasar por todo lo que tú y tu padre me han hecho a mí y a mi gente, y más. Te compartiré con tantos como quiera y la entrenaré para que se convierta en la más obediente de las perras ". El miedo era casi visible en el idioma de Danika, pero ella no lo permitió transpirar en su boca. Ella sabía que todo esto ocurriría incluso antes de que él entrara aquí. Sus labios se movieron, resaltando la mejilla llena de cicatrices. "Te romperé, Danika ". -"¡Nunca me doblegarás, monstruo!" Las palabras brotaron de los labios de Danika. Sus ojos se abrieron cuando se dio cuenta de que le había respondido. Los esclavos no responden a sus amos, o habrá castigo. Y lo demostró. Agarró la cadena del collar y tiró con fuerza, haciendo gritar a Danika. Sus ojos brillaron. Le levantó la barbilla, sosteniéndola con fuerza ... "Me encanta ver ese fuego en tus ojos, porque me encantaría apagarlo para siempre. Tú no tienes alguna idea de lo que tengo reservado para ti, o quizás sí ... después de todo, has entrenado esclavos ". -¡Mi padre entrenaba esclavos! Casi le gritó. El odio puro goteó de sus ojos fríos. "Tu entrenamiento comienza esta noche. Te quedarás en mi cama." Se levantó y salió de la habitación. Como una pantera enorme y letal.