Trabajo en Equipo

1412 Palabras
La sesión de estudios de anoche duró más de lo que pretendía ... Y después, cuando llegue a casa, me quedaba tanto por hacer ... —Alguien parece particularmente cansada esta mañana. —Levanto mi cabeza —Tienes unas ojeras enormes. ¿Te quedaste despierta hasta tarde? —Nicolas sonríe maliciosamente. Frunzo el ceño. —Algo así. ¿No tienes a nadie más para molestar? —¿Molestar? ¿crees que perdería mi tiempo de esa forma con alguien? —Nicolas sacude la cabeza con expresión de asco. —No, solo intento ayudarte. El buen descanso es fundamental para el éxito. El profesor entra y Nicolas se sienta detrás de mí. —¡Buenos días a todos! Seguro ya saben que la muestra de la Universidad Leónidas es en un par de semanas ... Un estudiante levanta su mano. —Señor, no sabía nada sobre una muestra ... —Muy bien, la muestra es un evento en el que los estudiantes pueden demostrar lo que han aprendido. Como esta es una clase de contabilidad, seremos nosotros los que gestionemos los puestos este año. Sé cuanto odian los proyectos en grupo, pero el trabajo en equipo es fundamental en este campo. A cada uno de ustedes se le asignará un compañero o compañera. —Le profesor comienza a caminar por el salón, seleccionando grupos de dos. Esto es bastante interesante. ¡Puede ser muy divertido! Me pregunto qué clase de cosas habrá en los puestos ... —Y tú irás con Black, Wells. —Mi corazón se encoge en mi pecho. Nicolas y yo protestamos al unísono. —¿Qué? —Lo siento, profesor, pero esto es un error. ¿Por qué quiere emparejarme con una chica tan ordinaria? No solo eso, además es bastante lenta. Sería una carga para mí. —Frunzo el ceño, y pongo los ojos en blanco el profesor interviene —No seas grosero, Nicolas. Wells es la segunda mejor estudiante de la clase, según el examen de ingreso. Si ustedes dos trabajan juntos, el resto de los estudiantes tendrán que esforzarse para seguirles el paso. Además, trabajar con uno de ustedes puede ser demasiada presión para los demás estudiantes. —El profesor da por terminada la conversación y sigue asignando parejas. Suspiro y bajo la cabeza. —Esto es realmente molesto. Estoy seguro de que mis notas sufrirán por tu culpa. Me giro y lo miro. —Sabes que eso no es cierto. No tenemos alternativa más que hacer esto y hacerlo bien. Luego puedes volver a portarte como un imbécil, si quieres. —Nicolas se ríe. El profesor vuelve a su escritorio y la lección empieza. La clase continúa tranquilamente, pero me cuesta concentrarme. Cuando finalmente termina, Nicolas se acerca. —Deberíamos empezar a planear el proyecto lo antes posible. ¿Estás libre durante el almuerzo? —Supongo, sí. Suelo comer afuera del campus ... —La cafetería está más cerca. 18:01 / Vamos. Quiero llegar antes de que se llene de gente. —Nicolas se va y yo me apresuro a recoger mis cosas. Me sorprende la opulencia de la cafetería. Es simplemente excesiva. ¿En serio esto es una cafetería? Parece más bien un restaurante. Veo una fila de gente. —Ugh, hay fila. Tendremos que esperar. —¿Las cafeterías no suelen tener filas? —cuestiono en forma burlona. —Sí, pero odio perder el tiempo. No creo ser el único. Tiene razón. La mayoría de las personas de la fila parecen bastante molestas. Esperamos en la fila y, al final, estamos lo suficientemente cerca del menú para ver las opciones. ¿Qué ... qué clase de cafetería es esta? Dios, esto me recuerda a cuando era niña ... Busco la opción más barata en el menú. ¡Una simple ensalada cuesta lo que me pagan por tres horas de trabajo! Al final me decidí por una ensalada común. —No es una mala opción. Creo que pediré lo mismo. Tiene un buen equilibrio entre nutrientes y sabor. —Por alguna razón, sus palabras me hacen sentir mejor. Los dos recogemos nuestra comida y vamos a la caja a pagar. Cuando es mi turno de pagar, abro la cartera. Sin embargo, Nicolas se me adelanta y paga con su tarjeta. ¿Qué?¿Acaba ... de pagar mi almuerzo?¿Porqué? Genial ... Ahora estoy en deuda con él. Me muerdo el labio y junto valor para atreverme a preguntarle por qué me ha invitado. —No era necesario que me invitaras ... puedo pagarlo yo misma. —Lo sé, pero quién sabe cuántas horas de trabajo te costaría. Mejor pago yo. Fui yo el que propuso que almorzáramos aquí y, además, eres mi empleada. ¿Por qué no pagaría la comida de uno de mis empleados ? Aprieto los dientes. —¿Empleada? —Nicolas me mira aburrido. —Sí, mi empleada. Lo creas o no, no me dan una mesada. Todo mi dinero sale de mis propios negocios. —Lo miro sorprendida. —¿Tienes una empresa? —Varias, más bien. Principalmente en la industria de la moda y la tecnología. —una expresión extraña en su rostro me indica que no es buena idea profundizar en el tema. Nicolas encuentra una mesa y se sienta. Quizá ... solo intenta ser amable ... —Sería una grosería empezar sin ti, así que date prisa. Tengo hambre. —Me siento frente a él. Nicolas ha escogido una mesa para dos. Mientras comemos, noto que dos chicas cuchichean a unos metros de nosotros. Una de ellas señala a Nicolas. —¿Eres ... popular entre las chicas? —Veo que has notado mi pequeño ... séquito. —Nicolas ni siquiera se gira a mirarlas. Sonríe, pero sus ojos permanecen tan serios como siempre. —Los solteros guapos y los ricos atraen la atención de las mujeres Yo cumplo con las dos cosas. —Lo que dice luego lo dice en voz tan baja que apenas puedo oírlo —Otra lamentable complicación en mi vida. Me concentro en mi ensalada. Suena ... desdichado. Intento no pensar en eso. Doblo la servilleta y me la pongo sobre las piernas. ¿Por qué le molestará llamar la atención de las chicas? Luego, tomo el tenedor de la ensalada. Comemos en silencio durante unos minutos. Nicolas me mira e inclina levemente la cabeza. —Me ... sorprendes, Wells. —¿Por qué? —Nunca había conocido a una obrera de fábrica instruida en etiqueta en la mesa. Aunque tampoco he conocido a muchas obreras, la verdad. —Nicolas sonríe maliciosamente. —¿No? Quizá deberías hacerlo. Tal vez te sorprendan también. —Nicolas se rasca la barbilla y me mira. Su mirada es tan intensa que me hace sonrojar. Qué tonta soy. ¿Qué me importa lo que Nicolas piense de mí? Seguro me mira así porque quiere ponerme nerviosa. —¿Por que no jugamos a algo antes de trabajar en el proyecto? —Lo miro cautelosa. —¿Qué clase de juego propones? —Hagamos un concurso de etiqueta. Si yo gano, llevas mi bandeja cuando terminemos de comer. Si tú ganas ... te compraré los macarons, me di cuenta como los mirabas, y si son deliciosos. —Parpadeo, sorprendida. Nicolas me mira intensamente mientras decido. —¿Qué dices? —Pensándolo bien, mejor no. 19:32 V Creo que lo mejor es que nos pongamos a trabajar, la verdad es que tengo una agenda apretada. —Muy bien. Además, habrías perdido. Empezamos a trabajar en nuestro proyecto para la muestra de la universidad. Los dos terminamos de comer. —Lleva mi bandeja, obrera. —Podrías pedírmelo amablemente —Bastante molesta, hago lo que me dice. Después de todo, me ha invitado el almuerzo. —Luego te paso mi email para que los dos podamos trabajar en un documento Falta mucho para la entrega, pero lo mejor es tener todo listo lo antes posible. —Sí, estoy de acuerdo. —Bueno, nos veremos allí. —Nicolas empieza a marcharse, pero entonces recuerdo algo. —Espera, N. Quería preguntarte ... Un brillo extraño y afilado cruza los ojos de Nicolas. —Creo que no has entendido las cosas. Trabajamos juntos en este proyecto y, ocasionalmente, haces cosas para mí. Incluso podemos llegar a compartir un almuerzo. Pero eso no significa que seamos amigos. —Nicolas se da la vuelta y se marcha. —Vaya, qué grosero ... Ya no tengo clases hoy, así que debería volver a casa.
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