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_¿Te sientes bien? — la tomó del brazo y la llevó a su mesa, pidió un vaso con agua — Nunca pensé que mi encantadora presencia te afectará tanto — le sonrió mientras le pasaba el vaso. _¿Ya te sientes mejor? Espero, porque te pusiste muy pálida, pero él color ya te volvió a las mejillas — le dijo a su hermana aliviada porque se veía mejor. _Si, gracias, America. Perdón, no los presenté — dejó el vaso y lo miro — Ella es mi Hermana America Palacios y él es Augusto Montenegro, amigo de la familia Solorio. _¡Mucho gusto America! _¡Igualmente Augusto! _Supongo que también eres de San Luis igual que Mariana, ¿vinieron a visitarla? _De hecho, a acompañarla. _Si Augusto. Me fui a vivir de nuevo San Luis. _Aaah, Ok. Si por supuesto, allá está toda tu familia, en momentos tan difíciles