AUTOR.
—Señor Pinheiro, Gracias por su ayuda, pero si me sigue realizando las tareas no aprenderé nada—, comentó cuando cerraba el libro, guardó los demás en sus respectivos lugares.
—Eres muy inteligente. Se que con la explicada del profesor es suficiente para aprenderlo. Los deberes solo son una manera de probar tu responsabilidad. Y que yo te los realice no pone en duda lo responsable que eres—, se levantó empujando la silla hacia atrás.
—Gracias por su confianza—, hizo una mueca de desagrado porque solo pasaba agradeciendo. Pensó que esa niña debería llamarse gratitud, por su forma de agradecer la mínima cosa —No lo defraudaré.
—Lo sé—. La miró con los ojos achicados, cruzó los brazos y resopló —Si sigues dándome las gracias por todo sí qué me defraudarás—, ella sonrió —Ya deja de
