AUTOR.
—No es necesario que lo hagas. El doctor Jandry con la doctora Dalia y mi persona mantendremos con vida a tu suegra hasta la fecha indicada.
—Excelente—, le palmó el hombro —Se que no me defraudarás Kiki
—Imposible defraudar a alguien como tú—, dicho eso se marchó junto al personal.
En cuanto a Nathan se dirigió al despacho, encendió el ordenador y observó la pantalla. Por la mañana había contratado un personal para que colocarán cámaras en ese espacio. No podía dejar de vigilarla, tenía que saber qué hacía en cada parte de su mansión.
Asentó el codo sobre el escritorio y la barbilla sobre la mano. Se quedó observando cada movimiento de Adamari. Ella estaba sentada al lado de su madre, sosteniendo la mano y acariciándole los cabellos. Estuvo un rato ahí. Luego se dirigió a
