" Sentir una tranquilidad inigualable junto a esa persona especial, desnudar tu alma a eso que te trae un amargo recuerdo, dar a conocer detalles que hasta ahora nadie sabía, eso solo lo hace la confianza."
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Ese último día en Francia lo despidieron entre besos y caricias. En definitiva, este viaje había resultado ser el punto exacto para conocerse mejor y entregarse al deseo que los consumía en su interior.
— ¡Woah! —bostezó estirando sus brazos.
— ¿Estás bien? —le preguntó a Stella mientras regresaba con los boletos del avión. Ella levantó la vista encontrándose con sus ojos color cielo.
— Ah… sí, por algún motivo mi vista se siente cansada —dijo frotándose los ojos con los puños de la mano.
— Sí deseas puedes dormir, aún nos quedan varia
