Meses después, el embarazo de Abigail fue creciendo y su barriga se fue volviendo más pronunciada. Está a punto de dar a luz y los días pasan rápidamente. La expectativa del nacimiento de los gemelos tiene a todos conmocionados. Max sigue esquivando a Castell con la ayuda de Elisa, quien sigue infiltrada en el FBI y los ha mantenido a salvo, permitiéndoles seguir operando sin problemas hasta ahora. Su padre, Francesco, huyendo de los problemas, sigue siendo el gran ausente. Está escondido en Nápoles, disfrutando de una de sus amantes habituales, así que parece vivir una vida sin complicaciones. Para algunos, es la leyenda viva de la mafia italiana. Max, por su parte, está tan feliz que casi no se acuerda de su padre. La llegada de los gemelos se aproxima y todos en la familia se preparan