Cuando Asher se despertó, descubrió que su pareja había dejado atrás su forma lobuna para volver a un ser humano muy desnudo que, por supuesto, mantenía acurrucado contra uno de sus costados con su brazo rodeando sus hombros. Alzando la mirada, Asher observó a su pareja, encontrándolo concentrado en su teléfono. —¿No es muy temprano como para que ya estés trabajando? —Vuelve a dormir, aún quedan un par de minutos para que suene la alarma —indicó Caden, presionando un beso en su cabello. Esas palabras sorprendieron un poco a Asher, ya que, aunque sorprendentemente Caden lograba que durmiera, siempre despertaba una o dos horas antes de que la alarma de su pareja sonara anunciando que era hora de levantarse. —¿Qué haces despierto antes que tu alarma? Pensé que era yo quien tenía problema