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Capítulo 62 Samantha, la malvada mujer en coma Reginaldo en realidad es un hombre muy guapo, lo miré a los ojos esperando que mis hormonas comenzaran a actuar de manera extraña para confirmar mi teoría de que ahora soy peor que una zorra sin recuerdos sexuales, pero no… no me ocurre nada, nada de palpitaciones vaginales, ni pezones duros, nada de agitación, ni siquiera esa sensación de familiaridad con sus músculos… ¡absolutamente nada! Incluso me acerqué a oler el perfume en su cuello y sí, es un hombre que huele a limpio extremo y su suave perfume es delicioso, pero… ¡ya! No hay reacción física con él; y me atrevo a decir que las veces que me ha tenido en brazos, o me ha masajeado no me he sentido diferente a cuando me abraza Rodrigo o mi papá… Suspiré, el tonto pareció estar leye