Capítulo 5. La Loba: Celeste

2333 Palabras
Alex POV Hace un año que cumplí 18 años, y a pesar que a mi corta edad pude sentir a mi lobo, y hacerlo salir, realmente a los esa edad llega la madurez de mi lobo, se llama Athos, es fiero y temerario, cuando sale, me siento fuerte, soy un alfa, por lo que es un lobo grande, ese día también, tuve que tomar la decisión de salir de la manda Silver Forest, para continuar mi preparación para tomar el cargo de las empresas, me costó trabajo alejarme de Ángela, ella sabe que es mi pareja destinada, pero aún no siente el celo, ya que su loba no ha salido a relucir, más que en sus pensamientos. Es por eso que hoy es un día importante, y me tomé un descanso de mis estudios, para estar junto a ella. Ángela POV Hoy es mi cumpleaños número 18, hoy sabré como es mi loba físicamente, no me ha dicho su nombre, solo sé que ahí está. Cuando supe que era loba me emocioné muchísimo, y ver a mi madre convertirse en La Loba Gris, fue una sensación mágica. No ha sido fácil ser la Kaula Inas, Reselda se ha quedado a cargo del santuario, nos comunicamos a veces en caso que haya algo apremiante, ya que soy el enlace entre mi madre y ellos, a pesar de que tienen a Jackson, pero, a veces los negocios y la manada que abandonó durante mucho tiempo lo mantienen ocupado, además de los pequeños traviesos que andan rondando por la casa, son la alegría de la misma. Ha pasado un año de no vernos, Alex y yo, la verdad lo extraño. Solíamos escaparnos a la laguna, y mientras él se apoyaba en un árbol y yo en su pecho le leía mis libros de historias, a veces románticas, a veces aventuras, con forme avanzó el tiempo y crecimos, a veces eran estudiar para los exámenes, quien iba a decir que es un gran tutor de matemáticas, pues no se me da muy bien como a él, sobre todo cuando quería que aprendiera, me premiaba con besos tiernos, a veces cortos, otros largos, dependiendo que tan difícil era la lección. Todo el día he estado con Alisa, ella ya cumplió años unos meses antes que yo, Alex estaba en exámenes, y se disculpó por no poder estar con ella, la verdad es que siempre festejamos un mismo día, nos sentíamos mellizas, pero en esta ocasión, cada quien tuvo su celebración, así que como yo, en su fiesta, la apoyé, ahora ella lo hace conmigo, me ayuda a coordinar los preparativos, es una costumbre que a partir de este cumpleaños, ya te hagas cargo de tus propios eventos, y como me dice mi madre, “algún día serás Luna de la manada, así que ve aprendiendo”, cada vez que tengo que aprender algo, es la misma cantaleta, se lo agradezco, pero a veces exagera, Alisa y yo repetimos la frase en silencio en forma mímica y graciosa, cada vez que sucede. Ya me empiezo a preocupar, ya casi es hora y no he visto a Alex, espero y si vaya a poder venir. Me voy a mi habitación, hace tiempo que dejamos de compartir el cuarto Alisa y yo, sus libros e investigaciones sin sentido, comenzaban a abarcar mi territorio, así que decidí tomar otro. Es momento de arreglarme para mi fiesta, como no quiero romper algo que me guste mucho, sí romper, cuando te transformas, la ropa se rompe si no te la quitas, y desnudarse delante de todos antes de la transformación no es una opción, en fin, decido usar un vestido ligero de punto de algodón, blanco, y unas balerinas del mismo color, estoy terminando de peinarme, cuando tocan la puerta. -Adelante- grito, pues estaba colocando el último gancho en el chongo despeinado y viendo como unos cabellos caen ondulados para darle dramatismo a mi look, en eso volteo y veo a Alex, Oh por Dios, está más guapo, ha embarnecido, se logra ves sus músculos a través de su ropa, el pantalón le queda a la medida, dejando ver…, mejor subo la mirada a sus ojos, ese color azul y cabello rubio, creo que he dejado caer dos litros de baba. Me doy una cachetada mental y sacudo mi cabeza y corro hasta él, lanzándome a sus brazos. -Hey linda, me vas a tirar- me dice, pero no me importa, más cuando siento que sus brazos me atrapan, escondo mi cabeza en su pecho, pues hasta donde alcanzo y él se hunde en mi cuello, provocando que mi piel se erice, siento unas chispas en donde nuestra piel se toca ¿eso es lo que se siente? ¿esa es la conexión de compañeros destinados? -Ten te traje tu regalo, quiero que te lo pongas- me dice mientras nos separamos, es una bolsita de terciopelo azul marino, lo saco y me quedo sorprendida es un  collar con luna creciente y una triqueta celta colgando de una punta, quedando en el centro, todo en oro rosa- Me dijeron, que ese collar es especial, con tu transformación no lo perderás, así que tanto tu loba y tú, lo pueden usar, bueno en realidad también es un regalo de Athos, no sabes cómo está de ansioso por conocer a tu loba- le sonrío, creo que nunca había tenido una sonrisa tan grande que hasta saltitos doy, le pido a señas que me ayude a ponérmelo, me volteo y él pasa sus brazos delante de mí, para colocarlo y abrochar en la parte de atrás de mi cuello, camina para ponerse al frente, y pasa con su dedo, por sobre la cadena y el dije, rozando ligeramente mi piel, avanzando hasta el centro de mi pecho, y trasladando su dedo por sobre mi ropa, exactamente en donde mis senos chocan, y es si bien mi madre tiene una hermosa figura, con sus caderas prominentes, en mi caso, se desarrollaron mis senos, no quiero presumir, pero son de buen tamaño y forma, por lo que  desliza  su dedo entre ellos, hasta llegar a mi ombligo, él sin dejar de ver su dedo y yo sin dejar de ver su ojos, que cambian a un color más oscuro. -Cómo has cambiado linda, eres toda una mujer, hermosa- me dice mientras se relame los labios, yo solo disfruto la sensación, y que no puedo evitar, me está excitando, solo espero que no se dé cuenta, pero en eso, aspira profundo y cierra los ojos- ese olor, me va matar- y da un paso atrás, y yo solo muerdo mi labio inferior, y trato de apretar mis piernas, por la sensación que comienza a surgir. -Jajaja- se ríe- eso no ayuda mi bonita- me dice dándome una caricia en mi mejilla – es mejor que salgamos de aquí, o de lo contrario no respondo y en vez de cumpleaños, será luna de miel – me tapo los ojos de vergüenza, me toma de la mano y salimos de mi cuarto, hacia el jardín donde están todos, dándome un gran recibimiento. Bien llegó el momento, mi loba me dice que quiere salir, la luna está en su punto máximo, y se despejan las nubes, estoy nerviosa y ansiosa. Me posiciono al centro del jardín, y cierro los ojos, tratando de relajarme. >, escucho en mi mente. >, y así lo permito, y siento como  un vacío bastante acogedor me rodea, y dolor en mis articulaciones, mi respiración, es agitada, y unos gruñidos salen, ruidos de huesos quebrándose y presión en mi cabeza, con un grito, abro los ojos, viendo el suelo más cerca y a todos alrededor, observándome, sus ojos de sorpresa me están asustando, ya que con Alisa aplaudieron, pero todos están en shock, en eso me muevo con mis cuatro patas  a ver a mis padres. -Eres hermosa- me dice mi mamá, acariciándome el pelaje, se siente bien, al parecer soy grande ya que le llego más arriba de la cintura, me abraza del cuello, y tienta mi collar y sonríe viendo a Alex, en eso se acerca mi papá. - ¿Lista para tu primer aullido y estirar las patas? - me dice frente a mí con sus manos en la cintura y no me lo dice dos veces, cuando levanto mi trompa y Celeste aúlla gritando su nombre. Cuando regreso mi vista, todos se han convertido en lobos, a excepción obviamente de mi madre, Alisa decide quedarse con ella, y con los mellizos, mientras salimos corriendo. Athos, es el primero que me alcanza, veo el brillo en sus ojos, es un lobo gris, pero casi blanco, es muy claro, con un pequeño lunar gris oscuro en la zona del pecho, es enorme, igual que su padre, el Gran Lobo Blanco, si no fuera por el lunar, en la oscuridad podrían muy fácil confundirlos. Saltamos, corremos, nos empujamos, jugamos a mordernos, me embarro él. > escucho en mi mente, Jackson y yo estamos enlazados por ser la Kaula Inas, del santuario, pero como no tengo enlace con Alex en la manada, aún no puedo escucharlo, hasta que me marque. Hago caso de lo que dice mi padre. >, me dice llevándome a la laguna, y es cuando me veo, no sé si es el reflejo de la luz de la luna, o realmente mi pelaje es espectacular, es de un color azul violeta, ahora me doy cuenta porque se me quedaban viendo, no es un color normal en un lobo. >, solo logro expresar sin dejar de verme >, vaya eso no me lo esperaba, y no sé si estar feliz o preocupada, ya que normalmente, según mi experiencia con mi madre, ser alguien especial siempre requiere un gran compromiso y sacrificio. Regresamos corriendo a la casa, entro rápido, y han colocado batas en diferentes lugares, para poder ponernos, así que lo hago y salgo rápidamente a mi cuarto, me coloco un vestido corto de flores, y me estoy terminado de colocar las bragas cuando entra sin tocar Alex, solo con un pantalón chándal, inmediatamente que nos vemos, parecemos imanes, nos acercamos. -¡Mía¡-¡Mío¡- decimos al unísono, y comenzamos a besarnos, pero este beso es diferente, es un beso cargado de pasión, y ahora nuestras manos recorren nuestros cuerpos, él jamás me había tocado, más allá de mi cara, a excepción de hace rato y ahorita, siento una mano que comienza a subir desde mi cintura a mis senos, no me he puesto sostén, lo acuna, y comienza apretar, mientras que su otra mano, baja de mi cintura a uno de mis glúteos, y también lo comienza a apretar, jalando mi s caderas hacia él sintiendo presión en mi vientre, siento como su m*****o está erecto, mis centro está mojado, y comienzo a sentir una sensación extraña en todo mi cuerpo. Mis manos sostienen sus hombros, atrayéndolo hacia mí, y suben por su cuello para pasar mis dedos por su cabello, apretándolo un poco, siento una ansiedad enorme, no necesito, fuego, fuego siento en mi bajo vientre y necesito que lo apague. En eso baja sus dos manos a mis muslos, para cargarme, agachándose un poco, y doy el brinco para enredar mis piernas en su cintura, sintiendo más su erección, haciéndome gemir, y jadear, me lleva hacia la cama, suavemente, me va llevando al centro, y se pone encima mío, simulando estocadas, ¡cielos esto es maravilloso!, pero quiero más así que hago que cambiemos de posición, y ahora quedo a horcajadas, sobre él, sí, lo siento, y comienzo a menear mis caderas, en ningún momento nos hemos dejado de besar, o de ver, de repente cerramos los ojos, para disfrutar el momento. Él comienza a besar y morder mis senos a través de la ropa, me hace soltar un gran gemido y… en eso se abren la puerta de mi cuarto. ¡Ángela y Alex White! - es mi madre, trágame tierra. Trato de quitarme de encima de Alex, pero él me sostiene fuerte, y volteo a verlo y solo baja su mirada a su m*****o, OH¡, hago mi expresión.   Laurel POV Mi cara de sorpresa, y mi instinto como madre, me hizo gritarles, jamás me esperé ver a mi niña en esta situación, así que no sabía si mirar o no, y mientras me recomponía, y fijaba la vista hacia otra parte, junto con mi cara sonrojada, traté de hablar. -Los estamos esperando para continuar con la fiesta- me sale una tímida voz, y después de suspirar dos veces, les digo en un todo más firme. -Ya sé que no tengo cara para decirles algo, y menos a ti Alex que fue quien me encontraste en una situación similar con tu padre- cierro los ojos de vergüenza- solo quiero que, como adultos jóvenes, vean más allá de su deseo, y fijen sus metas a alcanzar- muevo la cabeza y los ojos- no estoy pidiendo celibato, solo que hablen, se ponga de acuerdo y que el amor y el deseo no se convierta en obstáculo para lo que quieren para sus vidas- les doy un beso en la frente a cada uno y me voy. Pero antes de cerrar la puerta me volteo y les digo – Además recuerden que tienen dos hermanitos muy curiosos, no quiero tener que darles una explicación- y los señalo con mi dedo acusador, haciendo círculos- de eso- termino de decir, a lo que los tres soltamos una carcajada y ellos asienten sonriendo.
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