—¿Por qué tendría que hacerlo? No pienso ir.
—Porque se trata de tu hermano y el día en que tenemos el poder de arreglar el problema en el que tú nos metiste.
—Claro, yo estoy muy feliz, lo digo en verdad —respondió con total enojo en su ser, mientras esperaba que yo aceptara ir a ese matrimonio que no le causaba ningún tipo de gracia.
—Scott, no vengas a decir que está celoso ahora, porque creo que ya es muy tarde para juegos, eres un adulto. ¡Así que, vas a salir de este maldito cuarto con ese maldito traje, y vendrás conmigo a la boda! ¿De acuerdo?
—Pues lamento que estés gastando tu tiempo, abuelo, porque no pienso moverme de aquí, no estoy dispuesto a seguirles el juego, no me interesa lo que ocurra en ese matrimonio, por mí podrían morirse ambos, que les caiga el techo encima.
—Estás siendo bastante infantil, no estás pensando con claridad, aquí lo único que importa son los intereses de nuestras familias, no de un maldito romance. El amor está demostrado que no existe, solo es una maldita ilusión, ¿Acaso no lo comprobaste con Zoraida? ¿Dime de qué te sirvió detrás de ella?
La sorpresa de Scott fue imposible de ignorar.
—¿Cómo es que?
—¿Cómo lo sé? Pues muy fácil, no hay nada que a mí se me escape de las manos. Yo siempre voy un paso adelante, pero claro, creí que contigo sería la excepción, que al ser el mayor tendrías más cerebro, más astucia, sin embargo no fuiste más que una marioneta de ese estúpido cliché del amor.
—¿Por qué dice eso abuelo? ¿Usted qué sabe?
—Lo suficiente como para decirte que no pierdas el tiempo, las cosas no tendrán ningún fruto, de amor no se vive, ¡Razona! —apuntando con mi dedo en su cabeza, trato de hacerle entender que fuera más inteligente, que no se dejara llevar por las llamadas de emociones del corazón —.En esta vida el que se enamora, pierde, y tú no quieres ser un perdedor, ¿verdad?
—Déjame en paz.
—Definitivamente se cometió un error contigo, de haber sabido que resultarías siendo así de inútil, jamás te hubiera considerado como primera opción para proteger los bienes de mi empresa. Mira el maldito problema que nos has metido.
—No me interesa, si lo que quieras, no habrá nada que me haga presentarme en este matrimonio, y para que lo tengas claro, no es porque yo sienta algo por esa mujer. Para mí ella podría casarse contigo, no tiene ningún valor para mí, simplemente no la tolero, no la soporto. ¡Maldigo los años que me hizo perder y el tiempo que me hizo gastar! —esta última palabra la dijo con fuerza—. Absolutamente no, no había nada para que yo malgaste mi tiempo en una ceremonia absurda.
—De este modo ya no pude hacer más —mi mano sufría ardor por darle a una bofetada que moviera sus neuronas, sin embargo, no lo hice. Decidí dejarlo, aceptar que lo único importante era que hoy por fin mi empresa recobraría el valor que necesitamos para regresar a lo alto.
Salí de la habitación para dirigirme por el pasillo para poder luego bajar por las escaleras y finalmente salir rumbo a la ceremonia.
—Señor Bertino, se ve muy elegante —comenta Simeón, quién ya iba subiendo las escaleras —Harper y yo lo estamos esperando en la sala para abordar el auto.
—Pudieron haber ido ustedes primero, no soy un bebé para que me tengan que llevar.
—Lo sabemos, señor y no lo tome de esa manera, por esta ocasión usted podría acompañarnos y así toda la familia llega a la junta, aunque claro, faltaría Scott.
—No te molestes por él, al parecer no piensa ir a la boda, y ya deja de hacer tantas preguntas, si realmente tú y Harper me han esperado para ir, avanza muchacho.
—Cómo diga, señor Bertino.
—Querida, tu abuelo ya está aquí con nosotros, por favor ve abordando el auto.
—Está bien, amor mío —contesta mi nieta y desaparece.
—Señor, ya que estamos a solas, me gustaría hacerle una pregunta.
—¿Tiene que ser ahora?
—Bueno, perdone mi indiscreción, pero ¿por qué razón usted casó a Scott con la señorita Eva, en lugar de Arton.
—Eso no es asunto tuyo, procura para hacer feliz en mi nieta, que es tu único trabajo, porque ya sabemos que para los negocios eres tan útil como Scott.
—Disculpe por molestarlo con mis comentarios señor.
Lo hice a un lado y seguí mi camino al auto.
—Abuelo, está muy apuesto el día de hoy.
Había muchas cosas que no se me agradaban en esta vida, tantas que no soportaba, y que me causaban irritación, al punto de llenarme de un odio incomparable, sin embargo, la excepción estaba ahí.
Harper, una de mis nietas, era la única hija qué tuvo mi hija más joven, tras habernos ocultado su embarazo. Lamentablemente, yo jamás supe de ella, hasta los dos años, que fue cuando me enteré de su paradero, resultó ser que Harper había terminado en un orfanato, al igual que su madre ella se dejaba llevar tanto por las emociones, sin embargo, la diferencia estaba en que ella al menos había logrado retener a su esposo, cosa que por el bien de él le convenía mantenerse así, en cambio mi pobre hija no lo había logrado, ya que salió embarazada muy joven, tal vez por eso era que tanto ella como Scott y Arton se veían como hermanos, ya que prácticamente habían crecido juntos.
—¿Cómo va tu embarazo, querida?
—Oh abuelo, verás apenas es muy diminuto, no sé si sea niño o niña. Eso lo descubriré más adelante, sin embargo, mi médico me dice que va muy bien, que está perfectamente saludable.
—Me alegra saber eso, y por cierto, espero que tu marido te esté atendiendo bien, no quiero que hagas ningún sobreesfuerzo, y si necesitas algo dímelo.
—Oh abuelo, sería incapaz de molestarte, eres un hombre bastante ocupado como para poder incomodarte con mis asuntos.
—Tratándose de ti, jamás incomodarás, así yo esté bajo tierra, sería capaz de salir a ayudarte. Nunca dudes en acudir a mí Harper, tú eres lo más valioso que tengo en mi familia, recuérdalo siempre.
—Abuelo, agradezco esas palabras, pero recuerde que también están Arton y Scott.
—Tus primos son capaces de manejarse por sí mismos, no necesitan mi ayuda, incluso Scott que no ha hecho otra cosa más que arruinar cada cosa que toca. No sé por qué pensé que sería buena idea que se haga cargo de mi empresa, pero ya no hay remedio.
—Abuelo —ella abre sus brazos y me rodea, dejándome un beso en la mejilla—. Yo sé que detrás de ese hombre testarudo y que no le agradan los sentimientos, hay un hombre muy tierno..
Y finalmente tras haber estado esperando en el auto, llegamos a la ceremonia. Caminé muy rápido que no me fije en los invitados, únicamente me encargué de visualizar a Arton, que ya se encontraba esperando a Eva.
Y a pesar de haber obtenido la respuesta afirmativa de ella, aún me quedaba la duda hasta que firmara los papeles, y solo cuando por fin el juez confirmó su matrimonio, pude exhalar.
————————
POV Eva
—Solo quiero felicitarlos, que su vida marital pronto sea bendecida con un heredero —dijo el Señor Bertino, luego de Arton y yo recibiéramos las felicitaciones.
No me quedó de otra más que fingir agrado y aceptar sus interesados deseos.
—Aceptamos sus felicitaciones, señor Bertino, nos alegra que haya estado presente en este día.
—Oh querida, estás preciosa —fue en ese momento que desde uno de los asientos más apartados, se aproximó mi abuela; quien con su angelical sonrisa y buenos deseos se acercó para abrazarme.
—Disculpe, pero estoy felicitando a la pareja, ¿Por qué es tan inoportuna? —levantó la voz el abuelo de Arton.
—Bueno, tenga paciencia señor, estoy felicitando a mí… —cuando mi abuela dio media vuelta, y observó al señor Bertino, sus labios quedaron congelados y su mirada quedó confusa.
Para sorpresa de ambos el señor Bertino tenía la misma reacción, mantenía los labios sellados y una mirada vacía que pronto se llenó de frialdad.
—Hola Bertino —fueron las palabras de mi abuela.
El silencio se hacía eterno, era como si ambos se dijeran tanto con solo mirarse.
—Tu… ¿Qué haces aquí? Se supone que no estabas en el país.
—Bueno… Ya lo vez —ella le sonríe, pero él hace todo lo contrario.
—¿Se conocen? —pregunto.
—Por supuesto que sí, querida. Recuerda que Bertino era socio de tu abuelo; mi hermano, ¿Verdad Bertino?
—Así es, con permiso.
Apenas habían intercambiado palabras y el abuelo de Arton ya se iba.
———————
POV Harper
Mientras estaba sentada esperando que Simeón regresara del baño, me sentí sola, de modo que me levanté del asiento, sin embargo, una persona pasó delante de mí, por lo que ante este tropiezo, terminé golpeando mi rostro con el hombro de la persona.
—Ouch… Creo que choqué con metal.
—Oh lo siento, perdone, no quise lastimarla ¿se encuentra bien?
Rápidamente esta persona intenta auxiliarme, interesándose por si me había lastimado el rostro de gravedad.
—Descuide, no hay problema —le sonrío solo es un pequeño golpe, estoy segura que pasará. Siga disfrutando de la ceremonia.
—Iré a felicitar a la novia después, ella lo entenderá, pero no puedo irme después de haberla golpeado accidentalmente, ¿Qué clase de hombre lástima a una dama y se va? Eso no es nada correcto.
—Vaya, usted parece ser todo un caballero.
—No es que sea caballero, señorita. Simplemente son valores que inculcaron mis padres en mí.
—Agradezco el cumplido al llamarme señorita, pero soy señora —le sonrío y le muestro mi anillo.
—Bueno, no me sorprende, usted es una mujer muy bella.
—Muchas gracias, pero tenga mucho cuidado, de lo contrario mi esposo se puede molestar —le guiño un ojo y el corresponde a mi broma.
—¿Es muy celoso?
—Un poco, no le gusta que esté por mucho tiempo lejos, así que tuve que alejarme de algunas cosas.
—¿Cómo? ¿Renunció a lo que le gustaba?
—La verdad es que una deja los sueños atrás cuando forma una familia, para mi lo más importante es mi esposo.
—Bueno, perdone que me entrometa, ¿pero lo ama más que a sí misma?
—Más que a nadie, él es todo para mí, y lo será también para mi hijo.
—Bueno, no creo que se enoje por mí, soy Julen —responde, estirando su mano hacia la mía.
—Harper —le contesto, aceptando su saludo y usted es…
—Soy amigo de la novia.
—Oh, entonces seremos muy cercanos, yo soy Harper Sartini, soy familiar de Arton.
—Vaya, esta sí es una coincidencia muy grande.
—Ni que lo diga, el mundo es pequeño.
——————
POV Eva
—¿Dormiré aquí? —le pregunto a Arton, cuando entramos a recepción.
—Solo por esta noche, desde mañana irás conmigo a casa.
—¿A casa? Pero yo vivo con mi abuela en una casa muy grande.
—Eva, hay una cosa que tengo que decirte en este momento.
—Bueno, te escucho.
—Yo he tenido la oportunidad de irme de esa casa hace muchos años, pero hay solo una razón por la que no lo he hecho y esa es Harper.
—¿Le sucede algo a ella?
—Ya conociste cómo es el estúpido de su marido, es un completo patán, de lo peor, y estoy seguro que él tuvo algo más que ver con el fraude, ese fraude la empresa. Solo que él se ha lavado las manos, pero créeme que voy a llegar al fondo de todo esto, por lo que te pido que donde yo vaya tú estés.
—Pero me estás pidiendo una locura, yo no puedo vivir con ustedes, es decir…
—No es una sugerencia, te lo estoy pidiendo como tu esposo. Eva, te necesito cerca de mí.
Entendí a lo que se refería con necesitarme, ya que ambos teníamos un trato, sin embargo, no pude evitar sentir algo dentro de mí cuando lo mencionó, una pequeña ráfaga que hizo que mis mejillas sintieran el flujo de la sangre incrementarse, hasta sonrojarme.