Milenka Hidalgo
Luego de contestar la llamada alterada de mi madre, ella me cuelga después de avisarme que está de camino a mi casa. Cece piensa que nos espían en las llamadas, es un poco paranoica.
La floristería se lleva las peonias antes de que se muera Carter por la alergia y se posa en el sillón con una mascarilla preparándose para su próxima sesión fotográfica. Me cambio de ropa, dándome un baño frío, así podré hablar sobre Raegan sin que me altere las neuronas calenturientas. Arrastro mis pies con pantuflas de leopardo y recojo mi cabello en una coleta usando una camiseta vieja y pantaloncito rasgado.
El timbre suena al mismo tiempo en que la tetera chilla. Corro a apagarla y abro la puerta vislumbrando los anteojos oscuros de Cece, quien también cubre su cabello con una pañole
