Punto de Vista Salvatore La apreté contra mi cuerpo, y mordí su labio inferior, Violeta dejó escapar un gemido casi inaudible que se convirtió en un botón de encendido. Mi excitación cada vez era más grande, y sentía unos inmensos deseos de poseerla hasta lo más profundo de su interior. Pasé por su cuello, saboreando lo salado de su sudor y lo recorrí dejando marcado un camino de chupetones, cada vez que se lo succionaba, ella daba un pequeño sobresalto, en el cual su cadera se chocaba contra la mía. Baje por su clavícula, al encontrarme con su camisa desabrochada, aproveche para tomar esos ligeros pezones libres, me lleve uno de ellos a la boca, y tire de este. —Hum ¡Dios! —Violeta gimió Como si de eso dependiera todo en mi vida, chupe su pezón con intensidad, podía sentir como l