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969 Palabras
Roma El lunes llego más pronto de lo que esperaba, me había pasado más de 24 hs llorando y lo detestaba. Porque mi cara era un desastre, mi pelo, mi autoestima, mi dignidad, me dolía el alma, pero debía ser fuerte, ya no sería la misma idiota que creía ciegamente en los hombres, desde ese momento los proyecto que tendría serian sola, no dejaría en manos de nadie mi bienestar, ni mis proyectos. Después de todo no estábamos en 1810, donde las mujeres estaban "completas o realizadas" solo cuando formaban una familia. Durante años quise ser como mis padres, tener un amor así, que va mas allá de lo marital, son espiritualmente compatibles. Tal vez nunca pueda tener eso, no después de que el amor de mi vida me rompiera en mil pedazos. Estuve más de 10 minutos sentada en la cama asimilando que los vería, eso me destrozaba más. Respire profundo y me dirigí al baño, me duche con agua helada, tal vez así levantaría mi ánimo y deshincharía mi rostro. Fue inútil,maquille mis ánimos, pero no había base ni corrector para una vida destrozada. No tenia apetito, solo tome un jugo, después de tanto llorar tenia sed y la boca seca. En el camino me permití derramar unas cuantas lágrimas, hoy vería también a mis amigos, los cuales no sabían nada, al igual que mis padres. Rápidamente deje de pensar en todos aquellos que me preguntarían por Andrés, para todos éramos el uno para el otro, éramos la pareja perfecta, hasta llegaron a decir que ya estábamos prácticamente caminando hacia altar. Pero desgraciadamente el único altar que conocí fue el de sacrificio, en donde él se entregó como una ofrenda a esa perra. Y así me encuentro, pasando de la angustia al odio, pero el segundo sentimiento es mejor, porque no me permite llorar, solo me da más fuerzas para demostrarle que perdió a la única mujer que podría amarlo incondicionalmente. Le haría ver de la mujer que se perdió por un polvo exprés, si le gustan las perras, seré la más perra de todas, y le hare pagar cada lagrima que derrame por él. Llegue puntual como cada día, entre al edificio saludando como siempre, entre a mi despacho y me puse al corriente de los pendientes. Escuché que sono mi interno, atendí y era Juliana.- Maldita perra NO nos has contado cómo te fue¿Tan bueno estuvo? – hice una inhalación profunda y respondí. - Hola Juli, hoy nos juntamos a cenar en casa y les cuento todo. - Oh, oh, no te escuchas nada bien, que sucedió? – se escuchaba preocupada. - De verdad que les contare todo en la noche, no creo que aquí y ahora sea el momento. - Está bien amiga, pero sabes que aquí estoy verdad? – ella siempre tan cariñosa, no como Lucia. En ese momento estaría sacándome las palabras a la fuerza y no satisfecha se hubiese ido al último piso para romperle la cara a Andrés, de solo imaginar esa situación me reí. - Lo sé Juli, lo sé y te lo agradezco. Voy a avisar al grupo de la cena, por favor no comentes nada, no quiero un interrogatorio ahora. Andrés no ha parado de llamar, enviar textos, mails. También me llegaron flores y chocolates, que con todo el dolor del mundo arroje a la basura, yo puedo comprar mis propio chocolates. Cada segundo lo odiaba más, nunca iba a entender por me hizo lo que hizo. Gracias al universo estuve tapada de trabajo, y use esa excusa para no almorzar con los chicos, sabía que esta mascara de frialdad se caería si hablaba con ellos y no solo eso, se armaría la tercera guerra mundial. Hable muy poco con mis padres, use la excusa del trabajo, como con todos. Queria que terminara el día, ya no aguantaba estar encerrada, pero no quería cruzarme con nadie. Solo he hablado con el asistente de Andrés, no quiero escuchar su voz, es lo peor de mezclar amor con trabajo. No debería volver a cometer el mismo error, no volvería a entregar mi vida a nadie mas que no sea a mi misma. Desde que Él me engaño, estoy mas enojada conmigo misma que con Andrés, porque fue mi culpa, Lucia siempre me decia que era demasiado intensa y que debía ser feliz por mi, que los hombres son pasajeros y que son todos iguales y bla bla. Ella tenía un problema con las relaciones, pero estoy segura que cuando se enamore todo cambiara. Antes de salir de la empresa mi amiga Juli me conto que hubo mucho revuelo porque se enfermó el dueño de los Hoteles, pero como estuve ocupada tratando de mantenerme ocupada para no pensar no me entere de nada. Me contó que el hijo del jefe tomara el lugar, y que todos temen que haya cambios, ya que tiene fama de ser un maldito freezer humano y desagradable. Solo le pido al universo, que si van a despedir a alguien que sean Abigail y a Andrés. Lo se, no debería ser así, pero un poco de sufrimiento no les vendría mal. La información que me brindó Juliana me dejó un poco preocupada, no porque deba temer, solo no quiero mas sobresaltos en mi vida, no podría lidiar con algo mas. Una vez en casa mientras Juliana ordenaba el living para recibir a los chicos y a mi prima, que estaba a pocos días de volver a Londres, me excuse y le dije que me iría a báñame, pero en realidad quería llorar, mientras lavaba mi alma y mi cuerpo, además tenia que estar preparada para revivir todo lo que sucedió cuando me fui del Bar. Mientras permanecía en posición fetal en la ducha me preguntaba a mi misma cuando duraría, cuando cedería este dolor.
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