Miré las nubes negras realmente frustrada, mi suerte hoy iba de mal en peor. La lluvia había empezado a caer de manera incesante, las palmeras estaban a punto de ser arrancadas de raíz por el fuerte viento y las olas del mar estaban realmente alborotadas. Una tormenta se había acercado impidiendo que James pudiese ir a casa, mejor dicho, mi mamá impidió que se vaya, por mí no había problema. — Ya casi son las 6 de la tarde, cariño, es demasiado tarde y además el clima no es el mejor para que viajes, quédate. — No creo que sea lo mejor -—James me lanzó una mirada rápida, él sabía que esto no me agradaba en lo absoluto—. — No dejaré que te vayas en estas condiciones ¿bien? Sin más que decir él asintió aceptando la propuesta. — Dormirás en la habitación de Grace. — ¿Disculpa? Mi her