La felicidad no me cabía en el pecho, estaba tan emocionada, que no había nada que arruinara la gran sonrisa que adornaba mi rostro. Era la novia de Austin y eso es lo más maravilloso que me ha sucedido en mucho tiempo. Le quiero y él me quiere ¿Qué podría salir mal? -¡Alfred, llegué! -grité entrando a mi casa. Me sorprendió con la rapidez en que bajó las escaleras, como si estuviera esperándome. -Hasta que llegas, la tía Lily tiene una magnifica noticia para tí, pero seré yo quien te la diga, quiero ver tu cara de emoción. Qué será... -Y bien ¿Cuál es la noticia? -pregunté ansiosa por saber de qué se trataba, por su rostro se trataba de algo muy importante. -Tía Lily te ha conseguido una beca en la mejor universidad que te puedes imaginar, o sea, en Harvard. -soltó de pronto y mi